La dinámica de autoinculpación «Yo también soy Alfonso Sastre» se ha convertido en un grito en favor de una solución dialogada al conflicto vasco. Centenares de personas, muchas de ellas conocidas, han dado su apoyo a esta iniciativa que es el punto de partida de un homenaje a Sastre en vivo.

Un estudio longitudinal sobre la población pediátrica navarra, que ha hecho un seguimiento de 600 jóvenes hasta 14 años, revela que se ha llegado al tope de altura y peso. Sus hijos no serán más altos que ellos.

El espíritu de José Antonio Otxoantesana descansa ya en su localidad natal de Ondarroa y sus cenizas lo hacen en el mar que baña el puerto vizcaino. Las trajo ayer, desde México, uno de sus hijos, que fue recibido por militantes pro amnistía y familiares en el aeropuerto de Loiu y, después, en Ondarroa. Allí, se le tributó un primer homenaje, que sirvió para recordar a los cientos de vascos que siguen lejos de su tierra por razones políticas.

Después de conocer el sábado la detención de una pareja en Bilbo que llegó a encadenar a su hija de 16 años, ayer se supo que la Ertzaintza arrestó, también en la capital bilbaina, a un hombre de 31 años, acusado de haber agredido sexualmente a la hija de su compeñera sentimental, de sólo 12 años. Además, otro varón fue detenido por maltrato a su mujer e hijo.

Representantes de la Fundación Vasca Esclerosis Múltiple mostraron ayer su alegría porque cada vez se suma más gente a la campaña que realizan cada año por las personas que sufren esta enfermedad.

Los toros de la ganadería de Eduardo Miura tienen fama de nobles y de correr agrupados, sin lanzar derrotes a los mozos. Por este motivo se reservan siempre para el encierro dominical, por ser la carrera más multitudinaria. Pero en esta ocasión se salieron del guión. Entre los seis toros pesaban nada menos que 3.610 kilos, y fue uno de los más pequeños, Ermitaño (cárdeno claro de 575 kilos) el que provocó las cogidas más graves, una de ellas espeluznante.

La capilla del tanatorio Cementerio Jardín de Alcalá de Henares se quedó pequeña ante la afluencia de gente que asistió al último adiós a Daniel Jimeno, fallecido el viernes por una cornada de Capuchino, toro de Dolores Aguirre, en el encierro de Iruñea.