Tras una mañana movida en la que firmó su nuevo contrato con el Athletic después de pasar el pertinente reconocimiento médico, Óscar De Marcos se incorporó ayer por la tarde a la concentración que el Athletic está haciendo en Isla Canela, donde tratará de convencer a Caparrós de que puede tener un hueco en la primera plantilla.

Desde que el de Utrera se hiciera cargo del primer equipo, ni el hecho ser fichajes pedidos por él asegura nada a los nuevos jugadores, que se lo pregunten si no a Iñigo Vélez de Mendizabal o Joseba Del Olmo, jugadores que pudieron haber terminado en Gasteiz en diciembre en el primer intento rojiblanco de hacerse con los servicios de Óscar De Marcos.

De este modo, el centrocampista viajó ayer a Huelva «con la intención de hacerlo lo mejor posible» para que Caparrós vea sus características y pueda ganarse un puesto en el equipo. «Puedo jugar en las dos bandas y me gusta entrar bastante por ellas. También tengo llegada al remate y he jugado de mediapunta, aunque este año en Segunda he jugado en las dos bandas», agregó el joven futbolista sobre su formar de jugar.

El de Guardia explicó que su llegada al Athletic, procedente del Alavés, «es un sueño» para toda su familia y «no se creen lo que está pasando» porque «todos son del Athletic» pese a vivir en tierras alavesas. «Mis amigos me dicen que tenga mucha suerte, que vaya a por todas y que van a estar conmigo siempre», añadió en un tono que ha levantado alguna ampolla entre los aficionados albiazules que tan mal lo están pasando.

«Todavía no asimilo lo que me está pasando, estar con jugadores como Llorente, Amorebieta, Etxeberria ... que les he visto en la tele toda mi vida. Ahora cuando esté con ellos me daré cuenta dónde estoy».

«Un año muy duro»

Sobre su experiencia la pasada temporada en el Glorioso, el zurdo explicó que ha «sufrido» y que lo ha pasado «mal todo el año» por la situación clasificatoria del Alavés, que terminó descendiendo, aunque esta experiencia le sirvió «para aprender y ver cómo son otras categorías profesionales».

Además destacó que lo que más le llamó la atención de la Segunda División fue «el ritmo de competición y la profesionalidad que hay» ya que «todos los partidos tiene que salir a ganar sí o sí», y, en ese sentido «no es como un filial», concluyó.

En cuanto a la estancia del primer equipo en Huelva, la novedad ayer estuvo en que Fran Yeste, no participó en el entrenamiento dirigido por Joaquín Caparrós en Isla Canela. Según informó el club rojiblanco, Yeste guardó reposo en el hotel mientras en el campo anexo de entrenamiento Iñigo Díaz de Cerio, Igor Gabilondo y Andoni Iraola, con molestias, se ejercitaron al margen del grupo.