«Un terrorífico error profesional» ocasionó la muerte de Rayan, el hijo de Dalilah, la primera víctima mortal por gripe A en el Estado español. El bebé, que no estaba infectado por el virus, nació hace dos semanas por cesárea a los siete meses de gestación. Desde entonces permanecía ingresado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El director general del centro sanitario, Antonio Barba Ruiz de Gauna, reconoció «la gravísima negligencia» cometida por una enfermera, que le suministró una fórmula láctea específica para niños prematuros por vía intravenosa en lugar de por la sonda nasogástrica.

«Es una gravísima negligencia que no tiene excusa porque en el envase viene perfectamente especificado, pero por un error que desconocemos, el profesional se equivocó al administrar el producto», declaró.

Afirmó que el bebé «estaba evolucionando bien» cuando el domingo las 21.00 se le administró ese producto lácteo. El error fue detectado a las 22.10. Fue entonces cuando «se activaron todos los protocolos e intentaron limpiarle la sangre». Barba Ruiz de Gauna remarcó que el hospital asume toda la responsabilidad posible «tanto humana como patrimonial, aunque sabemos que cosas como ésta no se pueden reparar».

Denuncia de SATSE

La enfermera responsable fue apartada de toda responsabilidad. El domingo era su primer día de trabajo en el departamento de Neonatología, según explicó el secretario general del sindicato de Enfermería SATSE en Madrid, José María Porras. «No se pueden tener enfermeras generalistas que un día están con un neonato y otro con un enfermo cardíaco», denunció.