San Fermin 2009
Oreja para Perera tras un revolcón y otra para Ferrera por una faena de calidad
Pepe FARIAS |
Los toreros no ganan para sustos en esta Feria del Toro en que se están encontrando con oponentes muy peligrosos. Tras la cornada a «El Cid» y los golpetazos a «Joselillo» o David Mora, ayer fue Miguel Angel Perera quien se las vio tiesas en su primer morlaco.
La cogida fue de las que ponen los pelos de punta, pero sólo afectó a la taleguilla del coletudo, que quedó totalmente rota. El burel le prendió y zarandeó en varias ocasiones arrojándolo al suelo.
Tras el susto, Perera no se vino abajo, sino todo lo contrario: decidió no achantarse ante el toro, al que sacó todo el partido posible en una faena que fue reconocida por los tendidos de sol y de sombra. El premio fue una oreja después de una estocada bastante correcta.
Si Perera se ganó el apéndice a base de valor, Antonio Ferrera se llevó antes otro por un camino bien diferente: el del temple y el estilo. Otra estocada de mérito le dio el premio.
Si ambos habían brillado con los dos primeros Fuente Ymbro de la tarde, a partir de ahí hubo poco que rascar. El propio Ferrera sufrió otro susto cuando intentaba banderillear a su segundo, y luego completó una faena bastante efectiva, pero algo insuficiente para poder abrir la puerta grande.
Perera, en el quinto, tuvo que lidiar con el suplente ya que el titular se lesionó desde la salida de los toriles. No tuvo opción de nada.
Luque, desapercibido
Completaba la terna Daniel Luque, que se encontró con el lote más aburrido de toda la tarde. El sevillano tuvo que encarar a un manso primero y a un astado incómodo después. Ninguno de los dos tenía pases, por lo que Luque se fue por donde vino recibiendo sólo algunas palmas de saludo, más de compromiso que otra cosa.
La Feria del Toro, irregular y a falta todavía de una gran faena, cierra hoy los carteles. Y queda claro que se recordará más por los bureles que por los toreros.