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Jon Odriozola Periodista

Los encierros: ¿Cultura, deporte?

¿Son cultura los encierros? En mi opinión, no. Para mí sólo es cultura (porque a algo habrá que llamarle cultura, ¿no?) lo que hacen los humanos entre sí y no con animales. Sólo lo que sale de la mano y el cerebro del hombre en sus relaciones sociales de producción

A Pirritx eta Porrotx, y a la txupinera

Hace una semana que acabaron los Sanfermines. En Pamplona he estado muchas veces, pero en las fiestas de San Fermín (santo que ni siquiera existió, como ilustrara Roldán Jimeno, hijo de Jimeno Jurio, pero el mito puede más que la Historia muchas veces) solamente dos: una en 1976 (con 21 años), efeméride en el que no los toros, sino los «incontrolados» (de noche y uniformados de día) asesinaron a la santurtziarra Normi Mentxaka en la «calle del dólar» (Capitán Mendizábal). Cuando la noticia corrió como la pólvora en Iruña, los que íbamos de chipiritifláuticos tocando en bandas (amateurs), callamos en señal de duelo y como protesta. La otra vez que fui fue en 1978, el año que asesinaron a Germán Rodríguez y el Gobierno español decidió que Nafarroa era España y no Euzkadi (entonces con zeta). Había que dar una «lección». Había que ver la calle Carlos III, por ejemplo. al día siguiente. No volví más, no fuera que me tomaran por gafe.

Ahora los muertos son por asta de toro y no por esbirros. Delante de estos últimos «trabajadores» he corrido muchas veces (y, alguna vez, detrás), pero nunca me metí en un encierro ni harto de grifa (las petas de la gente modesta a la sazón). Un animal es irracional, pero noble. Un esbirro es, vamos a suponer, racional, pero innoble:sus ideas(¿) son las de su amo. O, mejor, no tiene ideas:es incoloro, inodoro e insípido.

Lo que voy a decir ahora es crudo, pero Sanfermines necesitaba un muerto que ofrecer al ara del dios Moloch que hoy son los medios de incomunicación. El último pasó ya hace tiempo. Las armas de manipulación masiva necesitaban carnaza que ofrendar al pueblo que ellos entienden como vulgo. A eso le llaman, y no digamos los sociólogos que serían la «élite», morbo. El pueblo es morboso y está mórbido (como en el circo romano, sin saber ni lo que dicen). Oyes un encierro por la radio (ahora la propaganda te dice que «la radio se ve», un oxímoron pluscuamperfecto) y, echándole emoción a algo que, evidentemente, no estás viendo sino oyendo, que eso es la radio, parece que, al final, van a ulular ¡gol, gol, gol, gol! Por no hablar del tratamiento informativo que han dado a la muerte del joven alcalaíno en el encierro. Al menos le han reconocido que era experto (los borrachos son los extranjeros), pero parecía que lo había matado, oyes «la» ETA, o eso me parece a mí, deformado profesional. Luto real y prosopon griego.

¿Son cultura los encierros? En mi opinión, no. Para mí sólo es cultura (porque a algo habrá que llamarle cultura, ¿no?) lo que hacen los humanos entre sí y no con animales. Sólo lo que sale de la mano y el cerebro del hombre en sus relaciones sociales de producción. ¿Deporte de riesgo, entonces? Tampoco. Todo lo que entraña riesgo no es deporte. El deporte -peco de iluso- es un juego y nada más. Se abusa de los conceptos de cultura y deporte.

Recuerdo que, cuando me torturaban en la DGS de Madrid, un centurión me hablaba, es broma, no llegaban a tanto, de la «cultura de la tortura» pues que se practicaba entre seres humanos y eso. Y no había «animales» por medio. Supongo que lo harían por deporte...

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