Las instituciones ante la crisis
Soraluze marca el camino para quien lo quiera seguir
Soraluze es una localidad donde los miembros del equipo de gobierno tienen una asignación económica menor que los de la oposición. Un 10% menos, lo que los ediles de la izquierda abertzale y EA han dejado de percibir para hacer frente a la crisis y que será destinado a cubrir diversas necesidades en el próximo ejercicio.
Iker BIZKARGUENAGA
La idea inicial, la que el gobierno municipal presentó en el trámite presupuestario, era que toda la Corporación redujera en ese porcentaje sus asignaciones, según explica a GARA el alcalde, José Luis Arizaga. Pero los ediles del PNV presentaron en enero una moción en la que frente a esa intención de bajar las retribuciones apostaba por congelarlas. No hacía falta, porque llevan congeladas desde el inicio de la legislatura y no se ha planteado subirlas. Pero la propuesta llegó al Pleno, y la mayoría compuesta por PNV (3 concejales), PSE (2) y PP (1) rechazó la bajada defendida por el gobierno y acordó mantener las asignaciones.
El primer edil plaentxiarra recuerda, en este sentido, que el equipo de gobierno se halla en minoría -3 concejales de la izquierda abertzale y 2 de EA- y lamenta que tiene que hacer frente al constante «bloqueo» de la oposición. «Da igual que nos dediquemos seis meses a contrastar y trabajar los presupuestos con los vecinos, cuando llega la hora de la votación, echan todo para atrás», explica a modo de ejemplo.
Han pasado varios meses, y la situación económica, lejos de mejorar, ha ido a peor. Los mensajes llegados desde la Diputación, además, no han sido reconfortantes, sino todo lo contrario. Por este motivo, el pasado mes de junio el gobierno local volvió a presentar una moción insistiendo en su propuesta de reducir las retribuciones un 10%. La proposición volvió a caer en saco roto ante la negativa de PNV, PP y PSE. Desde este partido, recuerda el alcalde, les emplazaron a que, si ésa era su apuesta, fueran los miembros del equipo de gobierno los que redujeran sus atribuciones. Así lo hicieron.
El gobierno municipal no necesita de la aprobación del Pleno para bajarse sus asignaciones, y el 29 de junio sus integrantes decidieron, en coherencia con su propia propuesta, reducirlas un 10%. «No es mucho, porque cada uno de nosotros apenas percibe 500 euros, de forma que serían 50 euros por persona. Unos 250 euros mensuales, en total», explica Arizaga, casi excusándose, aunque coincide en que resulta significativo, más aún en los tiempos que corren, que los miembros del gobierno cobren menos que los de la oposición. Añade que ese dinero irá destinado a cubrir diversas necesidades en el próximo ejercicio. «No faltan lugares en los que emplearlo», apostilla.
Retribución de altos cargos
No ha sido el único cambio habido en materia económica respecto al anterior gobierno, del PNV. En la pasada legislatura había dos liberados en el Consistorio: el alcalde, que percibía unos 2.900 euros limpios al mes, y un concejal, con una liberación del 75%, que ingresaba 2.100 euros. Ahora no hay ningún liberado, de forma que las arcas municipales deben abonar cero euros en concepto de «retribución de altos cargos».
Algo parecido ha sucedido con los «gastos de representación». Coincidiendo con las fiestas patronales de Santiago, cada año se celebraba una comida a la que asistían, además de los cargos locales, otros invitados de los alrededores, todo ello a cargo del Ayuntamiento. En esta ocasión, sin embargo, el equipo de gobierno, además de decidir que no se iba a invitar a ningún cargo de fuera, había propuesto elegir un menú y que fuera cada comensal quien abonara su parte. La oposición tampoco lo ha aceptado.
En Soraluze, está visto, conviven dos formas de mirar a la crisis, pero el gobierno ha dado un ejemplo de cómo hacerle frente.