Kurdistán Sur celebra elecciones en un momento crucial para su futuro
La invasión de Irak y sus consecuencias han consolidado a Kurdistán Sur como entidad política. No obstante, sus relaciones con Bagdad distan de estar regladas y la disputa por el petróleo de Kirkuk y por los territorios arrebatados a los kurdos en plena campaña de arabización forzosa del finado Saddam Hussein amenaza con agravarse tras el repliegue estadounidense. A ello se suma el hartazgo de la población kurda con su clase política tradicional y corrupta.
GARA |
Kurdistán Sur elegirá hoy a su presidente -por primera vez por sufragio universal- y al Parlamento en unos comicios marcados por el hartazgo de la población con la vieja clase política y por el incremento de la tensión con el Gobierno de Bagdad.
Coincidiendo con el repliegue del Ejército estadounidense -aliado circunstancial de los kurdos-, las relaciones entre Bagdad y Erbil atraviesan un momento tenso.
Últimamente han tenido lugar incidentes en 16 territorios en disputa en las regiones de Ninive, Diyala, Salaheddine y Suleimaniyah. Tradicionalmente kurdos pero sometidos al proceso de arabización forzosa impulsado en su día por Saddam Hussein, Kurdistán Sur exige su restitución, que incluye la ciudad de Kirkuk, todo un filón petrolífero. Bagdad se opone y cuenta con el apoyo de las comunidades chií, suní y turcomana (de habla turca).
La cuestión de los beneficios del petróleo es otra piedra de la discordia. Kurdistán Sur comenzó el 1 de junio a exportar petróleo por primera vez en la historia, pero Bagdad le niega el derecho a firmar contratos sin su aval y a falta de que se apruebe una ley del petróleo.
La corrupción y el anquilosamiento de la clase política preocupan igualmente a la poblacion. Los dos partidos tradicionales, el PDK y el UPK van unidos y propugnan la reelección de Massud Barzani aunque presentan una lista completamente renovada. Buscan así atajar la irrupción de la lista Goran (Cambio), liderada por el ex número dos del UPK y rico empresario Nucherwan Mustafah, quien ha completado la lista con otros disidentes de la formación del actual presidente de Irak, Jalal Talabani.
Con su lista, al-Amal (Esperanza en árabe), prohibida por Bagdad, el partido al-Hal (sucursal del PKK) ha mostrado su deseo de que triunfe Barzani.
El Gobierno turco podría anunciar en breve medidas sobre la cuestión kurda en un intento de no perder la iniciativa en vísperas de que el líder del PKK, Abdulah Ocalan, presente desde su celda su «hoja de ruta».
«Hemos comenzado a trabajar sobre esta cuestión», declaró el primer ministro, Recep Tayip Erdogan.
Ocalan anunciará el 15 de agosto, 25 aniversario del levantamiento armado kurdo, una iniciativa para resolver el problema kurdo. Los analistas coinciden en detectar una «curiosidad desconcertante» en el Gobierno por el mensaje de Ocalan, conocido como Apo.
El Ejecutivo mantiene oficialmente su negativa a reconocer a Ocalan como interlocutor válido. No obstante, comentaristas influyentes como el director del diario «Hurriyet», Ertugrul Ozkok, recuerdan que es un interlocutor insoslayable y piden «coraje» a Ankara.
Los responsables penitenciarios aliviarán en breve el aislamiento total de Ocalan en la isla-prisión de Imrali trasladando prisioneros por exigencia del Comité contra la Tortura del Consejo de Europa. Se habla asimismo de medidas para aligerar la represión de la lengua kurda y mejorar las condiciones sociales de la población. GARA
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, protestó en su reciente visita a Washington por los contactos mantenidos por responsables estadounidenses con grupos de la resistencia iraquí en Ankara.
El ministro de Exteriores concretó que el encuentro tuvo lugar en marzo con la mediación de responsables turcos y mostró su estupefacción por el hecho de que representantes estadounidenses y turcos accedieran a reunirse con «terroristas».
Al-Maliki aseguró ayer que recibió garantías por parte del inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, de que, en cualquier caso, EEUU negociará con condiciones.
El Departamento de Estado de EEUU confirmó la existencia de esos contactos, aunque los circunscribió en el marco de «nuestros intentos de reconciliar a los grupos insurgentes chiíes y suníes en Irak, y con el acuerdo del Gobierno iraquí».
El portavoz del Departamento, Robert Wood, negó que la intención sea debilitar la posición del Gobierno iraquí. «No hemos invertido seis años ayudando a los iraquíes a formar un gobierno representativo y democrático como para intentar debilitarlo ahora», añadió. GARA
