NATACIÓN Campeonatos del Mundo
Phelps reduce sus aspiraciones
La estrella de Baltimore opta a seis medallas de oro, dos menos de las que se colgó en los Juegos Olímpicos de Beijing'2008. El estadounidense cede parte del protagonismo a sus compatriotas para un Mundial con bajas por años sabáticos, lesiones o fracasos.
Miren SÁENZ | DONOSTIA
Saltos, sincronizada y aguas abiertas dan paso a las carreras, el principal foco de atención en los Mundiales de Roma que de domingo a domingo compartirán con el waterpolo el protagonismo de la segunda semana. Los estadounidenses se han instalado en la Ciudad Eterna dispuestos a mantener su estatus de privilegio aunque su principal exponente, Michael Phelps, nadará un programa algo más ligero de lo que acostumbra.
Casi un año después de su hazaña en los Juegos de Beijing, de los que salió convertido en el deportista olímpico más laureado de la historia con 14 medallas de oro -8 en la capital china y 6 en la griega, en donde también se colgó dos bronces-, el prodigio de Baltimore afrontará en la piscina del Foro Itálico tres pruebas individuales -100 y 200 metros mariposa y 200 libre y los relevos de 4x100, 4x200 libre y 4x100 estilos-.
A Phelps, capaz de superar hace un año los siete oros de su compatriota Mark Spitz reventando además casi todas las plusmarcas y de paso las previsiones formuladas en torno al reto, se le alargan las resacas postolímpicas. Después de brillar en Atenas'2004 dio positivo en un control de alcoholemia y, tras rematar en Beijing'2008, un periódico publicó unas fotografías en las que el multicampeón consumía marihuana a través de una pipa de agua durante una fiesta celebrada en la Universidad de Carolina.
Sus disculpas no impidieron que la Federación Estadounidense de Natación (USA Swimming) le suspendiera de toda competición por un período de tres meses y aunque llegó corto de preparación a los Trials consiguió arrebatar a Ian Crocker el récord en 100 metros mariposa para añadir a los que ya tenía en 200 libre, 200 mariposa, 200 estilos, 400 estilos y los de relevos 4x100 libre, 4x200 libre y 4x100 estilos. Casi nada.
Ese fue su momento de gloria en Indianápolis, aunque al día siguiente una tortícolis le obligó a renunciar a los 100 metros libre, uno de los objetivos a atacar en su nuevo ciclo.
La prueba reina no podrá contar con otro de sus mejores exponentes, Eamon Sullivan. El australiano, plata en Beijing y recordman, ha renunciado a competir en Roma porque un virus no le ha permitido entrenar durante el verano. Tampoco estará Jason Lezak, medalla de bronce y artífice del éxito de Phelps en su octavo oro al que contribuyó decisivamente con su posta en el relevo de 4x100.
El californiano acaba de concluir su participación en los Juegos Macabeos en Israel, donde cada cuatro años se reúnen 7.000 deportistas judíos para participar en una treintena de disciplinas. Los tres han dejado sólo a Alain Bernard, actual campeón olímpico, que busca su primer título mundial en su distancia fetiche. El musculado velocista francés no ha querido dar más importancia a las ausencias de Phelps y Sullivan porque ve el peligro en otras partes como Bousquet, Celio o Grishin. Filippo Magnini, oro en Montreal'95 y Melbourne'97, defenderá su corona en casa y ha ido más allá. Admitió su alivio por no compartir piscina con la megaestrella aunque para él la tortícolis fue una excusa porque cree que Phelps, que ayer insistió en rueda de prensa en que sufrió esta dolencia, aún no está para ganar los 100 libre.
Sonrisas y lágrimas
Con la espalda en manos del siempre solvente Aaron Peirsol y los estilos en las de Ryan Lochte, el protagonismo yanki va mirar más allá de Phelps aunque lejos de algunas de sus afamadas compatriotas. Katie Hoff prosigue el calvario de Beijing, en donde no consiguió alcanzar ninguno de los cuatro oros que pretendía y se quedará en casa tras fracasar ahora en los Trials. A Kate Ziegler, plusmarquista de 1.500 y campeona en Melbourne, una inoportuna gripe le ha dejado sin billete, mientras Natalie Coughlin, recordwoman de 100 espalda, cumplió con sus planes de matrimonio.
Si estará Dara Torres que con 42 años concitará tanta atención como la estilista australiana Stephanie Rice, reina en Beijing con tres oros, si se recupera de sus problemas respiratorios. La braza acusará los años sabáticos de tres de sus mejores especialistas: la aussi Leisel Jones, el japonés Kitajima y el estadounidense Brendan Hansen.
Bob Bowman, responsable del equipo masculino USA y entrenador de Phelps, señaló ayer que acuden con nadadores jóvenes en un equipo de transición entre dos Juegos Olímpicos al igual que el de Australia, su gran rival.
Técnicos y nadadores coinciden en que la utilización de los nuevos bañadores va a tener su importancia en los resultados de la competición.
Esos trajes de poliuretano o neopreno, que facilitan la flotabilidad, y que han permitido a muchos firmar los mejores registros de su vida, prometen marcar con su protagonismo el Mundial de Roma. Alan Thompson, entrenador del equipo australiano, considera que los modelos milagrosos plantean una competición más abierta en la que es bastante más difícil predecir quienes son los favoritos. El Congreso de la Federación Internacional de Natación (FINA) decidió ayer prohibir su uso
aunque las decisiones no entrarán en vigor hasta el 1 de enero de 2010 y los récords homologados continuarán vigentes. También restringirán las medidas de los bañadores y el uso de bandas terapéuticas sobre la piel.
De esta forma, la FINA pretende zanjar la polémica aunque a toro pasado. Recientemente había permitido la utilización del Jaked pero no homologó los registros conseguidos con el Arena X-Glide, que intentó demostrar que los modelos son similares, o el TYR, que llevó la denuncia a Estrasburgo. Sus propios usuarios, como Eider Santamaría, admiten las ventajas traducidas en una auténtica revolución en los resultados y a las tablas se remite. La laudiotarra, inscrita en los 800 y 1.500 metros libre, se decantará por su Jaked pese a que es partidaria de la prohibición aunque reconozca que no se puede permitir el lujo de rechazarlo.
M.S.