Después de cinco meses de trabajos a marchas forzadas, el puente Mayou de Baiona se abrirá este mediodía al tráfico rodado. Debido a la fuerte crecida del rio Errobi durante el temporal, el pasado 12 de febrero los cimientos del puente se vieron afectados, por lo que se cerró totalmente, tanto al tráfico como a los peatones.

Desde ese momento, una de las mayores preocupaciones del Consistorio fue que el problema quedara solventado para las fiestas patronales de la ciudad, que reúnen a cientos de miles de personas, que comenzarán el próximo miércoles, 29 de julio. El Ayuntamiento incluso buscó un emplazamiento alternativo para la apertura de las fiestas en el muelle Chao-Peltier, ya que se suele realizar en la casa consistorial, frente al puente.

El peritaje llevado a cabo durante los primeros días después de la crecida reflejó unos daños inesperadamente graves, por lo que a partir del 18 de febrero el puente se cerró totalmente. El 21 de abril se abrió el paso a peatones y ciclistas, y el 25 a los autobuses urbanos. A partir de mañana el resto del tráfico rodado también podrá pasar por el puente y por el muelle Almirante Lespès, que también ha permanecido cerrado durante las obras de reparación.

Las grandes riadas que tuvieron lugar en la costa de Lapurdi en febrero debido al temporal de lluvia provocaron daños tanto en el puente como en los cimientos del muelle Lespès. Un equipo de buceadores realizó el trabajo de peritaje. Estas incursiones subacuáticas también han servido para realizar el reconocimiento de los cimientos de la ciudad y, aunque ninguna fuente oficial lo haya confirmado, parece que no se encuentran en muy buen estado.

El primer puente se construyó en el año 1857 con ladrillos, y en 1915 se hizo un nuevo puente río abajo con viguetas de metal rodeadas de hormigón. Esta última estructura ha sido la más dañada, por lo que también se han tenido que reconstruir ciertos muros.