La sociedad Getxoko Itxas Argia reúne anualmente a cerca de 30.000 personas el día de Santiago en las campas de Aixerrota. El objetivo: degustar los platos que cocinarán los participantes en la 54ª edición del concurso internacional. Hoy se prepararán alrededor de 255 paellas. «¿El año que más paellas se presentaron? Fue en el 96, con 310», recuerda uno de los organizadores.

Hacerse con el primer premio no es fácil, sobre todo si se sabe que uno de los grupos más veteranos en esta cita, la cuadrilla Piperrak, lo ha acaparado en los últimos cinco años.

A la hora de hacer sus valoraciones, el jurado sigue esta pauta: 20 puntos si el arroz está en su punto; 20 por el sabor, y 10 por la presencia. Los participantes suelen esmerarse en esta última calificación, intentando lograr una imagen espectacular con motivos llamativos.

Desde Itxas Argia ofrecen algunas pistas: «Que no esté agarrada depende del caldo que se haya utilizado; un caldo bueno se hace con tomate frito, que le aporta un punto de acidez al sabor final». Si la paella se pasa y queda quemada, existe el truco de posar la paellera sobre un paño mojado para eliminar el sabor. Esto da resultado en la cata, pero los jueces suelen raspar el fondo para verificar su correcta cocción.

«A pasárselo bien»

Damián Ayo, uno de los fundadores de Itxas Argia -que tomó el relevo de la sociedad Irurena- explica, con cierto orgullo, cómo se desarrolla la jornada en Aixerrota: «Este festejo reúne a gente que deja aparte todo tipo de diferencias para conjuntamente pasárselo bien y disfrutar del día».

El primer concurso se celebró en 1956. Tras un par de años variando la ubicación, se llegó a un acuerdo para utilizar las landas de Aixerrota. En aquel momento se decantaron por este plato mediterráneo por su supuesta fácil cocción, a la vez que se distinguía del resto de concursos gastronómicos de la zona.