Rubalcaba afirma que el final de ETA no llegará a través del diálogo
Alfredo Pérez Rubalcaba se mostró ayer tajante al afirmar que «el final de la banda no va a ser dialogado», al igual que cuando aseguró que, «por paradójico que resulte», los últimos atentados de ETA demostrarían su «debilidad» y que, cada vez que se detiene a militantes de la organización armada, más riesgo hay de que ésta lleve a cabo una ofensiva de este tipo. El ministro de Interior insistió en que ETA será derrotada por la vía policial y el aislamiento político.
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El ministro español de Interior confirmó ayer lo que ya había trascendido a través de los medios de comunicación en torno al método utilizado por ETA en el atentado del pasado jueves en Palmanova, que costó la vida a dos guardias civiles y también informó de que las fuerzas policiales siguen trabajando sobre las dos hipótesis posibles en relación al paradero del autor o autores. Al mismo tiempo, hizo referencia al planteamiento de la izquierda abertzale en torno a la resolución del conflicto para negar cualquier posibilidad de alcanzar una solución a través del diálogo con ETA.
A través de las ondas de la Cadena SER, Alfredo Pérez Rubalcaba indicó que las FSE no tienen una hipótesis única sobre si los autores del atentado siguen o no en Mallorca: «Cabe la posibilidad de que se hayan ido y también que sigan en la isla. Las dos hipótesis tienen fuerza». Lo que sí negó fue que ETA tenga infraestructura en la isla. «Eso pertenece a otra ETA», dijo, antes de puntualizar que «es más fácil imaginar que han llegado como turistas, se han alojado como turistas y se han ido como turistas».
Tampoco dejó lugar a dudas cuando indicó que el atentado «se hizo con bombas lapa con temporizador», lo que le llevó a comentar que «es una posibilidad que los etarras escaparan». «No sabemos cuánto tiempo utilizaron» para preparar el atentado, añadió.
«Más débiles, más peligrosos»
En cuanto a la lista de fotos publicadas por Interior el viernes, explicó que se trata de «huidos que pueden estar en ETA y dentro de España», pero no los relacionó directamente con el atentado de Mallorca ni con el registrado la madrugada del miércoles contra la casa cuartel de Burgos.
Al valorar la imagen que ha ofrecido la organización armada vasca tras las dos últimas acciones, Rubalcaba insistió en la tesis que viene manteniendo el Gobierno español desde que se rompiera el último proceso negociador: «La banda de hoy no es más fuerte que hace unos días, ni que hace unos años». Siguiendo esa línea argumental, alertó de que, a pesar de «la buena noticia» que supone cada detención de un militante de ETA, «hay que tener cuidado, porque cuanto más débiles son, más peligrosos se hacen».
Para justificar que ésa es «una prueba de eficacia policial», manifestó que «hay una lógica bastante evidente: cuantas más detenciones hay, más necesidad tienen de demostrar que siguen vivos». Por tanto, asumió que el atentado de Mallorca entraba dentro de lo previsible: «Nos temíamos que algo así pudiera llegar a pasar después de las últimas detenciones». El ministro casi dio por hecho que esta sucesión de hechos era casi irremediable. «Por paradójico que resulte -dijo-, cada detención supone una mayor prevención y una mayor preocupación».
También dio por hecho que los autores del atentado de Mallorca serán detenidos «más pronto que tarde», pero no concretó si fue cometido por un solo activista o por varios, si bien comentó que «no suelen ir solos».
Cincuenta años
Durante la entrevista radiofónica, el ministro de Interior lanzó además sendos mensajes a ETA y a Batasuna. A la organización armada le advirtió de que su final «no va a ser dialogado, sino por la actuación policial y la deslegitimización social» y de que «o lo dejan» o las FSE, los jueces y los fiscales «se lo harán dejar».
Sobre la izquierda abertzale afirmó que «nunca» estará en las instituciones mientras ETA no abandone las armas «definitiva, incondicional y unilateralmente». «Nunca estarán en las instituciones -incidió- y tienen que convencer a ETA de que deje las armas».
Hizo referencia también al hecho de que los últimos atentados hayan coincidido con el cincuenta aniversario del surgimiento de ETA. «Estamos ganando a la banda, vamos a derrotarla. Si en 50 años no hemos desistido, no vamos a desistir ahora. El final de la banda no va a ser dialogado, eso ya no se va a producir. La democracia lo ha intentado tres veces y ya no vamos a volverlo a hacer (...). Lo que les preocupa de verdad es la ilegalización de Batasuna, es decir, su desaparición de las instituciones y, por tanto, hay que decirles con toda claridad que Batasuna no estará jamás en las instituciones mientras ETA siga viva», subrayó.
En ese contexto, Rubalcaba pidió al PP que no haga insinuaciones de que el Gobierno del PSOE se plantea de nuevo negociar con ETA.
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, comentó desde Galicia que le parecen «muy adecuadas» las palabras sobre ETA que pronunció Juan Carlos de Borbón al llegar el sábado a Mallorca para pasar sus vacaciones. Nada más aterrizar en la base militar de Son Sant Joan, el jefe del Estado español, que dijo encontrarse «encantado y segurísimo», indicó que «hay que darles en la cabeza y continuar hasta acabar con ellos». Rajoy, que acudió a Cambados para participar en la fiesta del vino Albariño, añadió que «lo que hay que hacer es ir a por ellos», al tiempo que destacó el trabajo de las fuerzas policiales.
Mientras, en Mallorca ayer dieron comienzo los entrenamientos de la Copa del Rey Audi Mapfre de Vela, en la que toma parte Felipe de Borbón y en la que también está prevista la participación del rey español. La isla continúa bajo un férreo control policial, que se hace especialmente notorio en aeropuertos y puertos.
Las especulaciones periodísticas y las filtraciones policiales sobre el atentado de Mallorca son más abundantes de lo habitual en los medios de comunicación españoles, que, por contra, están otorgando muy poco espacio a la repercusión que sobre el sector turístico, y especialmente sobre los propios turistas, está teniendo el exhaustivo control que las fuerzas de seguridad están imponiendo no sólo en puertos y aeropuertos, sino también en todo tipo de alojamientos hoteleros. Si el delegado del Gobierno español, Ramón Socías, abrió las especulaciones pocas horas después del atentado al comentar la posibilidad que ETA dispusiera de un piso franco en la isla, ayer el diario «El País» publicaba la teoría de que una pareja de militantes de ETA, que habría llegado a la isla con «pasaporte de otro país», pudieron recoger las bombas lapas de un zulo en las que habrían sido depositadas semanas antes por «un correo o un comando». Ese rotativo también afirmaba que «la búsqueda de un piso franco o una casa de acogida, o incluso un yate, es uno de los objetivos prioritarios» de las FSE. GARA
El consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, considera que «seguramente nunca se volverá a repetir» una reunión como la que él mismo y Patxi López mantuvieron con los dirigentes de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia el 6 de julio de 2006 en un hotel de Donostia.
En una entrevista publicada ayer por el diario «El Mundo», Ares aclaró que no se arrepiente de aquel encuentro, porque entonces «Batasuna manifestaba con toda claridad que quería hacer una apuesta por la política y ETA había anunciado un alto el fuego permanente». Aun así, el consejero afirmó que «en estos momentos no hay condiciones para que aquello se vuelva a repetir».
En lo que se refiere a su labor como responsable de la Ertzaintza, explicó que se han puesto en marcha nuevas divisiones, una de ellas «dedicada a la lucha antiterrorista y de investigación que acabará teniendo unos 450 miembros». Aseguró que antes de su llegada a Lakua había «una sección menor» dedicada a estas labores, por lo que él pretende darle «todo el rango, todo el nivel y los medios necesarios». «Hemos implantado una línea caliente de trabajo entre la Ertzaintza, la Policía Nacional y la Guardia Civil», añadió.
En la misma entrevista, hizo referencia a la campaña de retirada de fotografías y carteles que tiene como motivo a los presos políticos vascos. Ares declaró que esto «supone un cambio en lo conocido hasta ahora, que la Ertzaintza retire carteles ofensivos a la memoria de las víctimas», aunque admitió que ya en la anterior legislatura los agentes realizaban estas labores. El consejero añadió que estas actuaciones de la Ertzaintza «son imágenes importantes porque muestran el trabajo que queremos hacer».
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«Es más fácil pensar que han llegado como turistas, que se han alojado como turistas y que se han ido como turistas», comentó el máximo responsable de las fuerzas policiales.