Combates entre tribus rivales en el sur de Sudán dejaron el domingo al menos 185 muertos, la mayoría mujeres y niños, indicaron este lunes un dirigente local y un responsable de la ONU. Un balance anterior hablaba de cien mujeres y niños, cincuenta hombres y once soldados fallecidos en enfrentamientos entre las tribus Murele y Lo Nuer, según declaró a France Presse Goi Jooyul Yol, responsable local de la región de Akobo, donde tuvieron lugar los hechos.

«Estamos todavía reuniendo información. Tememos que todavía vamos a encontrar numerosos cadáveres», añadió Yol.

La situación en Akobo, en el Estado de Jonglei (sureste) «es tensa y los que huyen de los combates siguen llegando aquí (Bor, capital de Jonglei)», agregó. Este responsable local afirmó que los combates habían finalizado pero que podrían reanudarse. «La gente tiene hambre y la situación es grave», señaló.

En Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó estos enfrentamientos y pidió a las autoridades locales que juzguen a sus responsables y que tomen las medidas que sean necesarias para proteger a la población civil.

Los enfrentamientos tuvieron lugar el domingo en la región de Akabo, en el estado de Jonglei.

La violencia entre tribus, a menudo motivadas por el robo de ganado, disputas sobre recursos naturales o venganzas, es común en el sur de Sudán, amplia región mayoritariamente cristiana y animista que sufre las consecuencias de 22 años de guerra civil con el norte del país (1983-2005), musulmán en su mayoría. El Estado de Jonglei era una de las regiones más afectadas por la guerra civil, que finalizó en 2005 con la firma de un acuerdo de paz con el norte.

Sin embargo, desde el inicio del año, la gran cantidad de víctimas y el hecho de que entre ellas se encuentre un número creciente de mujeres y de niños hacen temer una guerra civil en el propio sur de Sudán.

En total, más de mil personas han muerto y varias miles más han sido desplazadas por combates en el sur en los últimos meses. La ONU ha manifestado su preocupación por el hecho de que el número de muertos en la región supera el registrado en Darfur, región del oeste devastada por una guerra civil.