Maite SOROA
Excusatio non petita...
En el Estado español hay cosas que no se pueden decir porque son ilegales. También hay cosas que algunos pueden decir y que si las dijesen otros serían consideradas delito. Pero, ¿qué más da si son legales o ilegales cuando el que las pronuncia está por encima de la ley?
Eso debió de pensar Juan Carlos de Borbón al bajar del avión en Mallorca y decir -refiriéndose a ETA, se supone-: «Hay que darles en la cabeza hasta acabar con ellos». Quizá estaba afectado no sólo por la muerte de dos guardias civiles en atentado, sino por su nombramiento como cofrade de honor del vinho do Madeira, a cuya ceremonia en la isla portuguesa asistió el mismo día que en la isla española se oficiaban los funerales por los guardias civiles muertos. Lo cual, sea por seguridad, por turismo o por intereses comerciales, no parece muy elegante, aunque servidora acepta que de estas cosas del protocolo sabe más bien poco.
Sean legales o ilegales, lo cierto es que esas palabras sonaban a lo que sonaban, más aún si las dice el jefe del Estado español. Lo mismo debieron pensar en «El Mundo», que ayer dedicaba parte de su editorial a explicar esa frase: «Las palabras del monarca pueden ser interpretadas de formas distintas, aunque lo que probablemente quiso decir es que hay que luchar contra la banda sin cuartel. También podría querer decir que hay que desmantelar una vez más la cúpula de ETA». También podía querer decir exactamente lo que dijo... Pero los de «El Mundo» debieron de pensar que para eso mejor que lo diga Basagoiti.
Por si acaso, insisten: «La gran mayoría de la opinión pública comparte la vehemencia de Don Juan Carlos contra ETA y máxime en el clima emocional que sigue a un atentado. La única matización que habría que hacer es que esa lucha contra la banda debe partir de una estrategia política con cabeza, que es mucho más importante que `darles en la cabeza' a los etarras».
El resto del artículo lo dedicaban a defender la tesis de ministro de Interior y a marcar el terreno al Gobierno de Zapatero. Todo porque en el mismo diario recogían la filtración de que el Gobierno había utilizado un canal de comunicación abierto durante el pasado proceso. Más les valdría utilizar la cabeza para esto y dejar de ir por la vida de chuck norris.