Bill Clinton se reúne con Kim Jong-il en un viaje sorpresa a Pyongyang
El líder norcoreano Kim Jong-il concedió ayer un «perdón especial» a las dos periodistas de EEUU condenadas a 12 años de trabajos forzados, en el marco de la visita sorpresa del ex presidente estadounidense Bill Clinton al país para interceder por ellas. La agencia de surcorea- na Yonhap informó de que Clinton transmitió un mensaje «verbal» de Barack Obama aKim Jong-il, extremo que la Casa Blanca negó.
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Corea del Norte perdonó ayer a Laura Ling y Euna Lee, las dos periodistas de EEUU detenidas en Corea del Norte, después de que Bill Clinton, ex presidente de EEUU y esposo de la actual secretaria de Estado, Hillary Clinton, viajara a Pyongyang para gestionar su liberación. Clinton llegó ayer por sorpresa a la capital norcoreana donde se entrevistó con el líder Kim Jong-il con el fin de interceder por las dos periodistas.
La agencia surcoreana Yonhap, afirmó, citando fuentes de la radio oficial norcoreana, que Clinton hizo llegar a Kim un mensaje «verbal» del Barack Obama, cuyo contenido no se difundió. La Casa Blanca, que se había negado a hablar sobre este viaje para no poner «en peligro la misión» de Clinton, se apresuró a desmentir la existencia de dicho mensaje y atribuyó la visita a motivos «privados», de los que no quiso dar detalles.
Washington encuadró el viaje dentro de las gestiones diplomáticas para lograr la excarcelación de las periodistas condenadas a 12 años de trabajos forzados por «actos hostiles» y entrar ilegalmente en el país. Ambas trabajaban para la televisión californiana Current TV cuando fueron detenidas en la frontera con China el 17 de marzo.
Clinton es el segundo ex presidente de EEUU que viaja al país asiático tras Jimmy Carter, que en 1994 se reunió con el entonces jefe del Estado Kim Il-sung y logró reabrir el diálogo sobre el contencioso nuclear. En 2000, bajo el mandato de Clinton, la secretaria de Estado, Madeleine Albright, se convirtió en la primera representante de Washington en visitar Pyongyang.
Clinton fue recibido en el aeropuerto de Sunan por el vicepresidente del Parlamento, Yang Hyong-sop, y por el viceministro de Exteriores, Kim Kye-gwan. Radio Pyongyang y la cadena Korean Central Broadcasting Station indicaron que luego el líder norcoreano le ofreció una cena en la residencia destinada a las visitas oficiales, donde «ambos intercambiaron un amplio abanico de opiniones en un ambiente cordial».
El 10 de julio, Hillary Clinton pidió una amnistía por motivos humanitarios. Un miembro de la delegación que la acompaña en su gira por África declaró ayer que pretenden que las periodistas regresen a EEUU «sanas y salvas», como así será. «Necesitamos la ayuda de nuestro Gobierno y una mediación diplomática», había manifestado recientemente Laura Ling a su hermana Lisa.
Una fuente surcoreana remarcó que Pyongyang y Washington mantienen desde hace semanas consultas bilaterales, que podrían haber ido más allá de las excarcelaciones de ayer. Algunos analistas creen que Corea del Norte ha utilizado este caso para presionar a la Casa Blanca a iniciar un proceso de diálogo.
Los nombres de Al Gore y el gobernador de Nuevo México Bill Richardson, que en la década de 1990 viajó dos veces a Corea del Norte para obtener la libertad de estadounidenses detenidos, también se barajaron como posibles enviados a Pyongyang.
Según la agencia norcoreana KCNA, Kim expresó su «gratitud» por el mensaje de Obama y saludó la visita de Clinton, con quien «mantuvo una conversación exhaustiva. Hubo un amplio intercambio de opiniones sobre asuntos de interés común».
La visita de Bill Clinton a Corea del Norte se produce en un momento de gran tensión entre el país asiático y la comunidad internacional por el programa nuclear norcoreano. Las tensiones se agravaron tras la prueba nuclear del 25 de mayo -la segunda desde octubre de 2006- y el lanzamiento de misiles de corto alcance el 4 de julio, día de la Independencia en Estados Unidos.
El Consejo de Seguridad de la ONU respondió endureciendo las sanciones económicas, que incluyen la posibilidad de interceptar navíos norcoreanos sospechosos de transportar material nuclear. Corea del Norte amenazó con utilizar plutonio con fines militares.
Expertos en la materia ven en este viaje una posible distensión en las relaciones entre Washington y Pyongyang. «Aunque esta visita no derivara en resultados, podría contribuir a establecer un posible diálogo sobre la desnuclearización de Corea del Norte», remarcó a AFP Kim Yohn-hyun, de la Universidad de Gongguk de Seúl. «Es también posible que entablen conversaciones al margen de los debates a seis bandas -las dos Coreas, China, Japón, Rusia y EEUU-», añadió.
Para Cheong Seong-chang, investigador del instituto surcoreano Sejong, «la única dinastía comunista del mundo también está interesada en buscar un medio para volver a la mesa de diálogo».
Desde Beijing, Mike Chinoy, autor de un libro sobre la crisis nuclear, sostiene que «es un viaje potencialmente muy gratificante. No sólo es probable que resuelva el caso de las dos periodistas detenidas, sino también podría ser una apertura significativa y romper este ciclo de tensión y recriminación». GARA