Once detenidos en Berlín al reivindicar un acuerdo de paz en Euskal Herria
Mugarik Gabeko Ekintzaileak se dio ayer a conocer con una acción-protesta en el estadio de Berlín, donde se está celebrando el campeonato mundial de atletismo. Su primer acto se centró en reivindicar un acuerdo de paz duradero en Euskal Herria. Hay once activistas detenidos.GARA |
Aprovechando que en la capital alemana se está celebrando el campeonato mundial de atletismo, once activistas de Mugarik Gabeko Ekintzaileak realizaron ayer una acción-protesta con la reivindicación de que «es posible un acuerdo de paz duradero en Euskal Herria».
Con ese mismo lema, y emulando a las Giraldillas del Mundial de Sevilla 1999, dos de los activistas irrumpieron en la pista de atletismo. Mientras que uno de ellos fue inmediatamente neutralizado, el segundo pudo demandar un acuerdo de paz duradero para Euskal Herria ante miles de personas. Para ello, desplegó una pancarta con ese lema en el que aparecían los colores español, francés y vasco, en referencia a que el acuerdo deberá darse entre los dos estados con Euskal Herria.
También mostraron las banderas sudafricanas e irlandesa, como ejemplo de que sí es posible la paz. «Pero entendiendo que la paz llegará del respeto de los derechos humanos de todas las partes», detalló a GARA uno de estos activistas.
Mientras que dos de los activistas protestaban disfrazados de mascota del campeonato, otros cuatro, cada uno con un ayudante, se encaramaron a otras tantas columnas del estadio, donde desplegaron varias pancartas. En una de ellas se podía leer «Autoderminazioa erreferenduma, bai noski!», con la bandera del Sahara, a modo de ejemplo de que los acuerdos de paz se deben cumplir.
Once activistas fueron detenidos y al cierre de esta edición aún no habían sido liberados.
La acción-protesta de ayer en Berlín sirvió además para presentar Mugarik Gabeko Ekintzaileak, cuyos activistas no son sólo vascos. Ayer, sin ir más lejos, también tomaron parte en la protesta madrileños, americanos y un saharaui.
En Calella fueron evacuados cerca de tres kilómetros de costa, de modo fulminante, hasta el punto de que algunos cocineros se echaron a la calle sin haber apagado los fogones.