El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, dijo que está dispuesto a reanudar el diálogo con los gobiernos de Ecuador y de Venezuela para recomponer las tensas relaciones diplomáticas, al tiempo que defendió que el acuerdo militar entre Bogotá y Washington debe proyectarse a todo el continente. El viernes se cerraron las negociaciones del polémico acuerdo que permitirá a EEUU utilizar siete bases militares de Colombia y que acentuó el distanciamiento y el deterioro de las relaciones de Bogotá con Quito y Caracas.

«Yo creo que puede haber un diálogo con Ecuador», dijo Uribe en la Asamblea de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), que se celebra en Medellín, en la que agregó que puede hacerse «lo mismo con Venezuela».

Uribe ofreció de nuevo disculpas a Ecuador por la incursión en ese país de militares colombianos que bombardearon un campamento clandestino de las FARC en marzo de 2008.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aceptó ayer las nuevas disculpas de Uribe, pero le instó a cumplir con los compromisos que adquirió de entregar las pruebas de ese hecho -vídeos del bombardeo y los ordenadores de Raúl Reyes- a la OEA y dejar de vincular al Ecuador con las FARC.

Dijo es estar dispuesto a estrechar la mano de Uribe, porque «Colombia es un pueblo hermano» y «soy un caballero», pero advirtió que «nunca podré darle un abrazo al que bombardeó mi patria».

Otros acuerdos con vecinos

Bogotá señaló que la negociación en torno al Acuerdo en Materia de Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguri- dad con EEUU, que le permitirá utilizar siete bases militares colombianas, concluyó el viernes en Washington y permitirá reafirmar «el compromiso de las partes en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo».

En su discurso en Medellón, Álvaro Uribe agregó que este convenio de cooperación militar con EEUU no excluye que se formalicen «otros acuerdos» con todos los países vecinos. «Qué bueno que nos podamos integrar todos», argumentó al manifestar que «lo que nosotros hagamos contra el terrorismo, le conviene a nuestros vecinos».

El canciller de Brasil, Celso Amorim, pidió garantías a EEUU y a Colomboa sobre el acuerdo y dijo que hay que buscar «garantías jurídicas de que no vaya a haber utilización de equipos de manera que puedan comprometer la seguridad de otros países de la región».

El portavoz de Estado estadounidense, Philip Crowley, señaló que el acuerdo con COlombia no es una cuestión que compete a la región, sino que es un asunto «estrictamente bilateral».