Persecución a la solidaridad con los presos
La Ertzaintza vuelve a provocar heridos en las calles de Donostia
Cientos de manifestantes, convocados por el movimiento pro amnistía exigieron ayer en Donostia la repatriación de los presos político vascos. Como ya viene siendo habitual, la Ertzaintza cargó contra los manifestantes haciendo uso de su material antidisturbio, aunque en muchas ocasiones se vieron desbordados. En un principio las protestas se localizaban en el barrio de Gros, pero luego tuvieron que actuar también en el centro y en Amara.
Janire ARRONDO | DONOSTIA
A pesar de las prohibiciones, cientos de manifestantes se reunieron ayer en Donostia para reclamar la repatriación y los derechos de los presos políticos vascos. En el marco del Amnistía Eguna que se celebró como de costumbre durante la Aste Nagusia, fueron muchos los que se unieron a la protesta a favor de los represaliados.
Pero, como ya viene siendo habitual estos últimos días en la capital guipuzcoana, antes de las 18.00 de la tarde varios dispositivos de la Ertzaintza, armados hasta los dientes con material antidisturbio, ocupaban los alrededores del Boulevard y del Kursaal, lugar donde el movimiento pro-amnistía había hecho el llamamiento para las 19.00.
Así, cientos de manifestantes que portaban fotografías de presos vascos iniciaron la protesta cruzando la calle Peña y Goñi hacia el centro de Gros. Aunque desde el inicio de la marcha era notable la tensión entre los manifestantes por la fuerte presencia policial, los allí congregados no dudaron en corear gritos como «Pre- soak kalera, amnistia osoa» o «Borroka da bide bakarra».
En poco tiempo, varias furgonetas de la Ertzaintza irrumpieron a gran velocidad contra la movilización que se dirigía hacia el centro del barrio donostiarra. Los agentes desplegaron por el lugar y cargaron varias veces de forma violenta disparando pelotas de goma o haciendo uso de las porras. Aun así, el trabajo de los antidisturbios se vio entorpecido cuando los manifestantes cortaban su paso con contenedores o vallas, como ocurrió en las calles Zabaleta o en el Paseo de Colón.
En una de las acometidas policiales, un hombre de 64 años ajeno a la protesta resultó herido en la nariz. El herido tropezó y cayó al suelo al ser sorprendido por las cargas poli- ciales en el cruce del Paseo de Colón con la calle Agirre Miramón, por lo que tuvo que ser atendido en el mismo lugar por los servicios sanitarios y posteriormente trasladado al hospital. También en el mismo lugar, la Ertzaintza identificó a decenas de manifestantes que portaban fotografías. Además, por lo menos tres manifestantes fueron retenidos por haberse negado a identificarse.
Se vieron desbordados
Pese a la carga, los manifestantes, que se dividieron en varios grupos, siguieron con su protesta. Los agentes, fieles a la consigna de dispersar cualquier protesta, enseguida se vieron desbordados, ya que mientras retenían a algunos manifestantes otros comenzaban una nueva protesta por otra calle. Y así sucesivamente.
Nueva protesta en el centro
Poco a poco, aunque seguían sucediendo pequeños enfrentamientos entre manifestantes y agentes antidisturbios, la calma volvió a las calles de Gros.
Hacia las 20.00, el despliegue policial se trasladó hacia el Boulevard, que se encontraba abarrotado de gente por motivo de las fiestas de Aste Nagusia y al ser sábado.
En ese momento partían desde el Boulevard miles de seguidores de la Real Sociedad en kalejira rumbo al estadio de Anoeta celebrando el centenario de su equipo. Media hora más tarde, más de un centenar de personas que portaban fotografías de presos vascos o banderolas que exigen la repatriación de los mismos se unieron al desfile, cuando éste circulaba por el centro de la ciu- dad. También en esta ocasión los manifestantes lanzaban constantes gritos a favor de los represaliados vascos mientras algunos espectadores aplau- dían desde las aceras.
Aun así, poco duró el ambiente festivo ya que la Ertzaintza en seguida se dispuso a reventar la protesta. Cuando el desfile circulaba por la Avenida Sancho el Sabio varias dotaciones de los agentes de Ares interrumpieron la marcha.
Tras los altercados ocurridos en diversos puntos de la capital guipuzcoana, los agentes de la Ertzaintza permanecieron desplegados en el Boulevard donostiarra. También varias dotaciones se situaron en el barrio de Antiguo.
Manifestación tras veto
Tal y como está sucediendo en las últimas semanas, la marcha convocada por el movimiento pro-amnistía había sido prohibida por el juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco el viernes. En un principio se había hecho un llamamiento para las 18.30, convocatoria que fue prohibida. Tras ello, se convocó otra protestas para media hora más tarde, en este caso en la zona del Kursaal.
El juez ordenó a las FSE que impidieran la celebración de la marcha, al considerar que el acto tenía «como única intención la de enaltecer a personas que están presas por realizar graves delitos».
Las agencias destacaron que la Ertzaintza había impedido otra nueva marcha. No se informó de heridos.
La homilía anual con motivo de la Misa Mayor de Begoña previa al inicio de fiestas de Bilbo fue aprovechada por el obispo, Ricardo Blázquez, para lanzar mensajes en favor de la «deslegitimación» de ETA, muy coincidentes con los lanzados por el PSOE en su ofensiva contra las muestras de solidaridad hacia los presos. Así, Blázquez alertó contra «el arraigo social y las complicidades expresas o tácitas que dan aliento al terrorismo» y afirmó que «es necesario deslegitimarlo también en sus motivaciones históricas y en sus objetivos». Al hilo de ello, planteó intervenir en el terreno de la educación tras aludir al informe del Ararteko que indica que un 15% de los adolescentes no está contra ETA.GARA