Con 26 años, Garikoitz Atxa (Lizarte) se ha convertido en la revelación del pelotón amateur vasco con sus dos victorias consecutivas en Amurrio y Aretxabaleta. El elite navarro disfruta «más que nunca» en la que se ha planteado como su última temporada.

No esperaba «ni en sueños» estos dos triunfos. «Nunca sabes cuando se te va a presentar la oportunidad y ahora ha sido por partida doble».

Reconoce que lleva «un mes y medio bastante bueno», aunque salpicado con caídas que afortunadamente no han sido más graves. «El último día del Circuito me atropelló una moto y me pasó por encima de los dos tobillos. Tuve una fisura y me costó recuperarme 20 días. Después en la Vuelta a Toledo sufrí otra caída».

Tras un día de descanso compitió y ganó en Amurrio, su segunda victoria en el calendario vasco, tras la de 2007 en Llodio.

Valorado

Cree que «la confianza» es fundamental para ganar. El equipo trabajo para él en Amurrio y venció. «Me sentí valorado y a la vez muy agradecido a mis compañeros», resalta.

Con «la tranquilidad» de esa victoria y tras quitarse «un peso de encima», tres días después corrió en Aretxabaleta y repitió victoria.

Desde que debutó en 2002 siempre ha estado a las órdenes de Manolo Azcona. «Ha cambiado el nombre (Bodegas Monjardín, Gráficas Ona y ahora Lizarte) pero no la estructura. Tenemos un trato de amistad. Hemos pasado momentos malos y buenos, siempre he estado con él y está agradecido».

De todos los compañeros que ha tenido no duda a la hora destacar a uno, Andrei Amador. «Era inalcanzable para el resto, estaba dos puntos por encima, y pude disfrutar de él como compañero y persona. Actualmente somos muy amigos», destaca.

Tiene definido su próximo calendario. El miércoles disputará el criterium de Bilbo, el viernes correrá en Lizarra y el sábado en Mañaria. Al margen del calendario del Euskaldun, tiene previsto disputar dos vueltas en setiembre, Salamanca y Cantabria.

A sus 26 años, se plantea 2009 como su última temporada y ya mira al mercado laboral. «Hay que saber dejarlo, todo tiene un comienzo y un final», señala el de Almandoz.

Reconoce que el año pasado fue malo, se obsesionó y no rindió como esperaba. Este año, sin embargo, entrena con más tranquilidad y destaca que ha disfrutado «más que nunca».

Pese a competir en aficionados desde 2002 no ha perdido el tiempo y se ha formado. Tiene un Grado Superior de Mantenimiento de equipos industriales y un Máster de Energías Renovables y Construcciones Bioclimáticas, además de todos los carnets, tanto de camión, como de trailer y de autobús.