El tailandés que dominaba todas las artes marciales
«Ong Bak 2»
Los tailandeses también tienen su equivalente al género «wuxia» chino, por eso «Ong Bak 2» se sitúa en un contexto de época que nada tiene que ver con la película previa y cuya carga épica recuerda más a historias de venganza como la de «Conan». Otra diferencia sustancial con respecto a su precedente es que el luchador y actor Tony Jaa toma las riendas de la dirección, ocupándose personalmente de las coreografías de los combates cuerpo a cuerpo.
M.I. | DONOSTIA
Para los amantes del cine de artes marciales el tailandés Tony Jaa es lo que en su día fue el norteamericano de origen chino Bruce Lee, así que conviene tomárselo en serio y no pensar que es uno de los tantos luchadores metidos a actores para repartir mamporros a diestro y siniestro en casposos productos de acción violenta. La leyenda de Tony Jaa empezó a forjarse en las pantallas con «Ong Bak», película tailandesa distribuida en todo el mundo.
Pero su éxito no sólo se debió a las habilidades para la lucha cuerpo a cuerpo de la estrella nacional, sino a la hábil dirección cinematográfica de Prachya Pinkaew, que supo imprimir a la narración un montaje y un ritmo trepidantes sin descuidar el hilo argumental. Tony Jaa, imitando a otros luchadores del cine, ha querido convertirse en el realizador de sus propias películas, prescindiendo de los servicios de Pinkaew.
La decisión ha sido criticada incluso por sus seguidores más incondicionales, que le recriminan haberse centrado para «Ong Bak 2» única y exclusivamente en las coreografías de lucha, dejando otros aspectos de la puesta en escena y del desarrollo argumental de lado.
De entrada lo que más sorprende de «Ong Bak 2» es que, a pesar de lo que parece indicar el título, no es una secuela o continuación de la película precedente. A lo sumo podría tratarse de una «precuela», en vista de que los acontecimientos se remontan históricamente a los orígenes del mito del Muay Thai, aunque en definitiva se trata de un relato independiente. Es una historia de venganza de corte épico en la línea de «Conan», con el protagonista sobreviviendo al asesinato de su familia, para ser rescatado por unos bandoleros de los traficantes de esclavos.
El Muay Thai es un deporte de contacto y arte marcial a la vez, ya que sus orígenes se remontan en el antiguo reino de Siam al siglo XIII. Aunque nació para el combate se convirtió en practica deportiva en tiempos de paz, cuatro siglos después. Pero fue en los años cuarenta cuando se introdujo el uso de guantes de boxeo, extendiéndose internacionalmente hasta países como Holanda. Hoy en día es el deporte nacional tailandés, sin que haya perdido su componente espiritual. Las peleas se inician con un ritual sagrado en el que los luchadores se encomiendan a los maestros del pasado, para que éstos les protejan sobre el ring, mediante movimientos que imitan a animales o a trabajos tradicionales. M.I.