GARA > Idatzia > Kirolak > Atletismoa

LONGITUD

Owens-Long: una amistad inmortal surgida bajo el bigote de Adolf Hitler

GARA | BERLÍN

El estadio Olímpico de Berlín, pieza maestra de los Juegos de 1936, ha pasado a la historia del deporte como el recinto donde prendió la llama de una amistad inmortal entre Jesse Owens y el alemán Luz Long, que se atrevió a desafiar las teorías racistas de Hitler.

Cuando hoy, a las 18.05, el panameño Irving Saladino comience la defensa de su título de longitud frente a su predecesor, el estadounidense Dwight Phillips, será inevitable recordar la prueba.

Sucedió en plena campaña del Tercer Reich para demostrar al mundo, aprovechando la resonancia de los Juegos Olímpicos, la supuesta superioridad de la raza aria.

La ronda de calificación estuvo a punto de eliminar a Owens. Cuentan que el alemán le aconsejó y se clasificó por un solo centímetro para la final, que se disputaba esa misma tarde. En el concurso decisivo, el estadounidense parecía a punto de obtener una confortable victoria con un salto de 7,87 pero en la quinta y penúltima ronda Long igualó su registro. Owens mejoró el salto del alemán en ese mismo turno y cerró su concurso con un vuelo de 8,06 que le dio la segunda de las cuatro medallas de oro que logró en aquellos Juegos.

Ante el gesto displicente de Adolf Hitler, Luz Long fue el primero en felicitar a Owens, que posteriormente rindió tributo de admiración hacia su adversario alemán. «Puedo fundir todas las medallas y trofeos que he ganado y todo ello no alcanzaría el valor de la amistad de 24 quilates que me brindó Luz Long en aquellos momentos», escribió.

Long fue herido en la II Guerra Mundial y murió poco después en el hospital, pero Owens, que falleció de cáncer en 1980, no perdió el contacto con sus familiares desde entonces. Hoy, una nieta de Owens, Marlene Dortch, y el hijo de Long, Kai, entregarán las medallas de salto de longitud por invitación de la IAAF.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo