Los efectos del nuevo «El Niño» se harán notar hasta primavera de 2010
El verano tan cálido que estamos soportando se debe, parece, al efecto del fenómeno «El Niño», ya confirmada su presencia por la Organización Meteorológica Mundial. Lo que es una incógnita es cómo afectará al clima planetario de aquí al primer trimestre de 2010.
Joseba VIVANCO |
«El nuevo El Niño amenaza el mundo con desastres meterológicos» era el alarmante titular que se podía leer hace unos días en el diario británico «The Independent». Y proseguía con augurios como que en los próximos meses podría incrementarse la sequía en África, India y Australia, darse lluvias intensas en Sudamérica e incrementos extremos en Gran Bretaña, tanto fríos como cálidos. «Podía hacer de 2010 el año más cálido registrado», culminaba.
Amarillismos al margen, lo que sí es real es que el conocido fenómeno «El Niño» ha vuelto. «Es cierto. Se ha observado ese calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico central», aclara Margarita Martín, responsable del centro territorial de AEMET en la CAV. También la Oraganización Meterológica Mundial (OMM) lo comunicaba estos días, informando de que sus efectos se notarán en el planeta hasta el primer trimestre de 2010.
La pregunta es sí sus efectos serán tan desastrosos como vaticinan algunas informaciones. Martín aclara lo que se sabe por ahora. «Se considera que hay Niño cuando la desviación positiva de la temperatura superficial del océano Pacífico supera 1º la habitual en el Pacífico central. En este momento hay zonas que superan los 1.5º de desviación positiva, pero la zona `clave' no los alcanza».
En base a los pronósticos que manejan organismos como el Servicio Meteo estadounidense, conocido como NOAA, hay contradicciones sobre los posibles efectos en los próximos meses. «Se observa una contradicción entre sus modelos dinámicos y los estadísticos, por lo que no hay certeza en la predicción». La información de «The Independent», basada en declaraciones de expertos del Met Office británico -que ya predijeron un «verano barbacoa» para 2009-, apuntaba a que el nuevo «El Niño» podría derivar en un 2010 muy cálido, por detrás del de 1998 y sus graves sequías.
Margarita Martín se muestra más prudente y matiza que no siempre sucede que a una temperatura marina más elevada le sucedan unos meses muy cálidos. En la propia cornisa cantábrica ha ocurrido así a veces, y otras no. De momento, «El Niño» ha generado un débil Monzón y de ahí la actual sequía en el sudeste asiático.
El último fenómeno «El Niño» fue en 2006-2007 y sobre Europa occidental trajo consigo meses muy cálidos como el de julio. «Puede que así fuera, como el cálido mes de julio que hemos tenido este año en Euskadi», apunta Margarita Martín. Pero no siempre sucede así.
Las fortísimas heladas de 1956 coincidieron con el episodio de «La Niña» más fuerte del siglo XX, pero ha habido episodios de «La Niña» menos fuertes que han traído inviernos muy fríos como el de 2008 o inviernos fríos sin «Niña».
Igualmente, ha habido episodios de inundaciones que han coincidido con «El Niño» y otros en que no. Entre los primeros están los desbordamientos de octubre de 1953, de agosto de 1983 o la mayor tormenta registrada en suelo vasco, la del 1 de junio de 1997. Pero, por contra, las inundaciones graves en Gipuzkoa en 1933 no vinieron tras un «Niño». O se da el caso de inundaciones como la de junio de 1933, muy graves en Gipuzkoa, que no correspondieron al «Niño». En 2003 hubo «Niño», mucho calor en Euskal Herria pero no inundaciones.
«En resumen, las predicciones climáticas tienen una incertidumbre bastante grande», aclara Martín. J.V.
El fenómeno «El Niño», que ocurre de cada dos a siste años, es un calentamiento de las normalmente frías aguas del Pacífico tropical, lo que influye en los sistemas meteorológicos globales y puede acarrear fenómenos extremos