Txetxu AURREKOETXEA URKIXO I Militante de EA
Reflexión desde los Països Catalans
En Euskal Herria ¿cuál sería, o es, el posicionamiento de los diferentes partidos políticos, sindicatos y organizaciones civiles, ante el Nuevo Estatuto de Autonomía para el País Vasco y la Ley para decidir, ambas aprobadas en el Parlamento Vasco, y «cepilladas» convenientemente, por la mayoría de las Cortes españolas?
Muy a pesar de lo que algunos politólogos plantean, a la hora de establecer similitudes políticas, entre los Països Catalans y Euskal Herria, bajo mi punto de vista existen algunas diferencias que, si no son abismales, sí importantes; si no, analicemos una situación que en breve se va a dar en Catalunya con una movilización popular en contra del Tribunal Constitucional español por el previsible pronunciamiento negativo o restrictivo del Estatut, aprobado parlamentariamente, posteriormente ratificado en las urnas y «cepillado», convenientemente por el Congreso de los Diputados, en España.
Omnium Cultural ha lanzado la idea de organizar una gran manifestación, en Barcelona, encabezada por todos los presidents, tanto de la Generalitat como del Parlament. No han transcurrido ni dos días y todos, Jordi Pujol, Pasqual Maragall, Heribert Barrera y Joan Rigol, han dado su plácet con gran entusiasmo, destacando el posicionamiento activo de Pasqual Maragall, a quien algunos de sus antiguos camaradas del PSC ya miran de reojo.
Analicemos el posicionamiento de los diferentes partidos políticos, sindicatos y organizaciones populares en Catalunya en relación con sus «homólogos» en Euskal Herria y tratemos de encontrar o no similitudes en el posicionamiento ante sus respectivos estatutos de autonomía.
Jordi Pujol anuncia de manera inmediata que asistirá encabezando la manifestación: «personalment no tinc cap confiança en l´objectivitat del Tribunal Constitucional i sóc mol critic».
CCOO ha dicho que el compromiso de su sindicato «es mantingui l´esperit de l´statut» y que «en el caso que hi hagi una retallada del text, ens sumarem a la mobilització».
La vicesecretaria general de la UGT acaba de señalar que «la preocupació existeix i si la sentència és negativa hi haura d´haver una resposta de la ciutadanía. El que és evident és que la resposta es necessaria, ara haurem de decidir quina forma de pren».
El president del Barça, Joan Laporta, ha anunciado que asistirá a la marcha encabezada por los ex presidentes «com un gest de dignitat nacional de Catalunya».
El secretario general adjunto de CDC y diputado por CiU en el Parlament catalán, Felip Puig, no sólo está de acuerdo con la manifestación, como su partido, sino que da un paso más: «si aquesta sentència desnaturalitza claramen un Estatut, referendat pel poble de Catalunya, ens haurem de plantejar si cal tornar a sotmetre o no aquesta retallada a la decisió del poble de Catalunya».
El conseller de Comerç, Joan Huguet, de ERC, ha asegurado que la manifestación «no és la solució al problema que tenim. Tal com plantegen alguns agents de la sosietat civil, s´hauria de posar sobre la taula una reforma de la Constitució o como preveu ERC, la creació d´un Estat propi Catala».
Foment del Traball, como en casi todos los lugares al respecto de la manifestación, NS/NC.
El PSC oficialmente no ha dicho nada, aunque algunos de sus líderes acaban de manifestar su respeto a lo que diga el Tribunal Constitucional, y por tanto están en contra de la manifestación, y en riesgo de quedarse solos, en compañía del PPC y Ciutadans.
El Cercle d´Estudis Sobiranistes-CES se ha mostrado a favor de la iniciativa, indicando que «acabará amb el model autonomic». Es en esta línea donde las denominadas plataformas soberanistas están llevando el debate. La Plataforma pel Dret de Decidir-PDD, Soberanía i Progres-SiP y Deumil.cat vienen cuestionando la voluntad unitaria que Omnium Cultural plantea para la marcha.
Y en Euskal Herria ¿cuál sería, o es, el posicionamiento de los diferentes partidos políticos, sindicatos y organizaciones civiles, ante el Nuevo Estatuto de Autonomía para el País Vasco y la Ley para decidir, ambas aprobadas en el Parlamento Vasco, y «cepilladas» convenientemente, por la mayoría de las Cortes españolas?
CCOO y UGT, nada de nada. «Caja única, no vaya a ser que los trabajadores y trabajadoras vascos se hagan ricos, gestionando su seguridad social».
En cuanto al presidente del Athletic, Sr. García, de estas cosas en su (¿) club, no se hablan, de otras por supuesto que sí.
En el PNV, sector soberanista, supongo que deseando poner en marcha este proceso, pero las diferentes fechas que se vienen estableciendo, para su puesta en vigor van pasando cual calendario zaragozano.
El PNV, sector autonomista, tienen ambas leyes guardadas en el cajón, según declaraciones recientes de uno de sus más significados representantes.
Aralar y Eusko Alkartasuna, se supone que serían favorables a poner en práctica estas leyes en consonancia y con los criterios expresados por su homólogo de ERC en Catalunya.
La izquierda abertzale originaria, a pesar de haber hecho posible en el Parlamento vasco la aprobación de ambas leyes, posteriormente parece ser que se sitúa en posiciones parecidas a las indicadas por los organismos civiles comentados de Catalunya.
Confebask, confederación hermana de Foment del Traball, con su participación en la CEOE española, NS, pero sí contesta, si no que se lo pregunten a los últimos presidentes, incluido el actual.
Por tanto, cualquier parecido entre ambas naciones sin estado puede ser mera coincidencia.
Para finalizar esta reflexión, un dato «curioso», producido el pasado 15 de agosto, con motivo de los cien días del lehendakari López, en Ajuriaenea. El diario «Avui» realizó una encuesta el día anterior, preguntando cómo calificar esos cien días. Se planteaban cuatro respuestas posibles: (1) Bien, Euskadi progresa; (2) Bien, hacía falta un cambio; (3) Mal, Euskadi va hacia atrás, y (4) Mal, solamente es más españolismo. Las respuestas de los 2.679 encuestados, fueron las siguientes: El 90% dice que Euskadi va mal, el 86% indica que la operación de estado, alentada por la monarquía, el PSOE y el PP, sólo es más españolismo, y el 4% que va hacia atrás. El 4% dice que Euskadi progresa y el 6% que hacía falta el cambio.
¿Qué dirá ese Euskobarómetro, pagado por todos y todas vía presupuestos generales de la CAV?