Iñaki LEKUONA | Periodista
Ciento cincuenta años después
Un siglo y medio después de aquel matrimonio convenido por el Estado, la conjunción copulativa entre Atharratze y Sorholüze se ha transformado en un guión que ha hecho inseparables a estas dos localidades. Ciento cincuenta años después, sus habitantes han decidido recordarlo trazando su propio guión, prohibiendo por un día los coches, sacando a la calle los carros, vistiendo ropajes de la época y cantando las coplas que animaban las fiestas de sus antepasados allá por mediados del XIX.
Este pasado domingo hay quien asegura haber visto paseando por la plaza atharraztarra a Agosti Xaho, aquel escritor, periodista, lingüista y revolucionario que fuera precursor del nacionalismo vasco de izquierdas. Quienes le vieron, aseguran que caminaba con aire preocupado. No porque se sintiera contrariado por haber muerto un año antes de la unión entre su Atharratze natal y Sohrolüze, sino por no comprender en qué quedó la insurrección de aquellos vascos de los que escribió hace casi dos siglos en su viaje por una Nafarroa en plena Guerra Carlista.
Ciento cincuenta años después, los vascos siguen siendo incapaces de articular una respuesta efectiva a la presión administrativa, judicial, policial y cultural de dos Estados herederos del absolutismo que siguen sin admitir que los vascos tengan el derecho de decidir por sí mismos su propio futuro. Ciento cincuenta años después, no son pocos los que desde ambos lados piensan que este diferendo puede dirimirse por las armas. Quizá Xaho andaría preguntándose si, ciento cincuenta años después, un nuevo guión, una insurrección diferente, un cambio de estrategia no serían algo verdaderamente revolucionario.