A pesar de ser inquilino del caballo ganador de esta temporada (Brawn GP), no estaba siendo éste un año demasiado dulce para el piloto brasileño Rubens Barrichello. Su compañero de escudería, Jenson Button, fue amo y señor de la competición en la primera parte del calendario, y el papel secundario que ocupaba normalmente Barrichello, hizo que se pusiera en entredicho más de una vez la labor del brasileño. Por si eso fuera poco, el accidente que dejó en estado de coma a su compatriota e íntimo amigo Felipe Massa fue otro de los golpes que el año 2009 tenía guardados para él. Sin embargo, las tornas han cambiado por completo en esta segunda fase del campeonato.

Barrichello ha mostrado mayor regularidad en las últimas carreras, y aunque ya sea tarde para pensar en luchar por el título, nunca está de más recordar las mieles del triunfo, aunque sólo sea para reivindicarse.

Fue una victoria dura, y muy meritoria para el brasileño. Sin embargo, nadie debe obviar que también hubo pequeños deméritos de terceros que facilitaron mucho la victoria al piloto de Brawn GP. En este punto toca hablar de McLaren, y su «espectacular» fin de semana. La escudería inglesa colocó a sus dos pilotos en la primera línea de salida, y ya en carrera Hamilton se hizo con el mando de la misma. Su buen hacer mostró entonces, que la mejora observada en el equipo durante las últimas semanas no es un espejismo, y que en estos instantes conforman el bloque más sólido del mundial. No obstante, hay cosas que no siempre están controladas, como demostró el segundo repostaje de Hamilton. El piloto de McLaren rodaba cómodo en el liderato, pero la parada en boxes para cambiar las ruedas delanteras se alargó hasta los 13 segundos. Un exceso temporal que aprovechó a la perfección Barrichello para rebasar al piloto inglés. En el tramo final, Hamilton se acercó a 3 segundos, pero la victoria no peligró para el veterano piloto de Brawn GP.

Tras estos dos pilotos entraron Raikkonen, que hizo un GP muy regular y Kovalainen, que no pudo aprovechar su condición de partir desde la primera línea. Quinto y sexto fueron respectivamente Rosberg y Alonso. Los dos pilotos tuvieron una sesión de fuego cruzado durante toda la carrera, pero el alemán acabó escapando del asturiano.

Por su parte, los pilotos que ocupan las primeras posiciones de la general mantuvieron una infernal lucha, pero en posiciones en las que no acostumbramos a verles. Webber -que salía noveno- y Button -quinto-, protagonizaron uno de los duelos más bonitos de la mañana, aunque al final el ritmo más alto del inglés puso la balanza del lado del de Brawn GP. Vettel, por otro lado, rompió su motor Red Bull a mitad de carrera.