No es el primer caso de equipo que se enfrenta mejor ante rivales de mayor entidad que ante otros de inferior categoría. Ya le pasó lo mismo al Real Unión en Lanzarote, cuando cayó por 0-1 ante el Deportivo Alavés en la final del Torneo San Ginés. Ayer, en el campo zarauztarra de Asti, los hombres de Iñaki Alonso volvían a tropezar con una parecida piedra: un Eibar recién descendido a Segunda B les volvía a dar en toda la frente: 0-1.

La pretemporada unionista quedaba así emborronada en un momento poco propicio para borrones y cuentas nuevas, ya que el inicio liguero ya acucia en el calendario y dar una mala imagen pesa más que nunca. También es cierto que el técnico irundarra dio minutos a todos sus jugadores, aunque jugó una media de 75 minutos con el equipo titular, entre ellos el defensa brasileño Maicon Baggio, que se encuentra a prueba en estos momentos. Fue, casualmente, un gol anotado por Germán en el minuto 74 lo que desniveló la balanza a favor de la escuadra armera, y que supo defenderse en lo que restaba de encuentro.

Ante unos 500 aficionados que se reunieron en Asti, ambos equipos mostraron un juego parecido, más apropiado para impedir el buen juego que para crearlo. Por tanto, el choque transcurrió sin demasiadas oportunidades, llegando al empate sin goles -y sin fútbol- al final de los 45 minutos.

El cuadro azulgrana, sabiéndose inferior en categoría, decidió entregar el balón descaradamente a los de Alonso, pero el Real Unión no supo materializar la superioridad en la posesión. Con la entrada en el último tramo del partido, Germán aprovechó una de las escasas opciones visitantes para colocar el 0-1 en el marcador de Asti.

Falta de frescura

Con los cambios, en los que entraron Salcedo, Joseba Agirre, Durán, Markel y Brit, le dieron mayor velocidad al juego de los de Iñaki Alonso, pero ello mantuvo inalterable el marcador. La falta de frescura por encadenar una serie de partidos en poco tiempo también hizo mella entre los irundarras.

Y es que, después de la preocupante derrota de ayer, la segunda en toda la preparación, aunque del mismo tipo, Iñaki Alonso debe empezar a pensar en Albacete, un campo en el que les aguarda su esperado retorno a la categoría de plata. Por lo pronto, se ve que el Real unión afronta con mayor solvencia ante equipos más potentes, ya que éstos asumen la responsabilidad de manejar el balón y el ritmo de juego.