El fondo con Kenenisa Bekele y el medio fondo, con un poco de todo, se reservaron para la despedida. El etíope calcó el doblete de hace un año en los Juegos Olímpicos para convertirse en el primer hombre que gana el 5.000 y el 10.000 en las doce ediciones de los Mundiales. Seis días después de dominar la distancia corta, nadie como Bernard Lagat para apretarle en la final. Keniata con pasaporte estadounidense, el anterior campeón de los 5 kilómetros no le permitió el monólogo y se mostró feliz con la plata.

El genio de Bekoji, que en esto también ha superado a Gebreselassie, intentaba recuperar el aire tras santiguarse antes de agarrar la bandera e iniciar la ronda de entrevistas. 21 títulos avalan al fondista más versátil en la pista y el cross. Lo dijo Lagat, que estuvo a punto de quedarse en el hotel a causa de unas molestias y luego se colgó la plata: «¿Cómo voy a estar enfadado si me ha ganado el más grande?».

A Maryam Yusuf Jamal, bahrainí desde hace cuatro años aunque nacida en Etiopía, le costó un rato bastante largo enterarse de que como en Osaka'2007 se iba a subir al peldaño más alto del 1.500. En realidad ella sorteó la meta en segunda posición, por detrás de Natalia Rodríguez, descalificada cuando buscaba su primer título.

La catalana salió atrás pero fue progresando. Poco antes de acceder a la última curva intentó adelantar por dentro, derribando en su camino a la etíope Gelete Burka. Siguió corriendo superando a Jamal y a Dobriskey para entrar primera en meta, pero el pitido con que los aficionados respondieron desde las gradas terminó poniéndole en situación. La mediofondista de Tarragona lloraba cuando se acercó a Burka, tendida sobre la pista, para pedirle disculpas. Después hubo más lágrimas por la descalificación.

De padre a hijo

Mbulaeni Mulaudzi, subcampeón olímpico en Atenas'2004 y bronce en París'2003, se colgó un oro de ley. Las dos pruebas de 800 se han ido para Sudáfrica de la mano de Semenya y Mulaudzi. El keniata Yergo descendió un peldaño, mientras el bahrainí de nuevo cuño Yusuf Saad Kamel se ha acercado bastante a su objetivo. Kamel, hijo del keniata Billy Konchellah, se había propuesto igualar los dos títulos de su padre. De mometo se conforma con el oro en 1.500 y el bronce en 800. A Borzakovski, antigua referencia de la distancia, le faltaron metros. Ya no es el ruso que corría atrás y luego superaba a los demás.