Organizaciones de izquierda de Uruguay recordaron ayer, como hacen cada año, los hechos conocidos como la «masacre del Filtro» o «masacre de Jacinto Vera», en alusión al hospital y al barrio de Montevideo en el que se produjeron las cargas policiales. Roberto Facal y Fernando Morroni, dos jóvenes que habían participado en las protestas contra la extradición de tres refugiados políticos vascos, fallecían tras la actuación policial.

Los sucesos se produjeron el 24 de agosto de 1994. Mikel Ibáñez, Manueltxo Goitia y Luis Mari Lizarralde se encontraban en huelga de hambre y sed en el hospital Filtro de Montevideo y miles de uruguayos se manifestaron en protesta de su extradición y en reivindicación del derecho al asilo.

La muestra de solidaridad del pueblo uruguayo con Euskal Herria comenzó dos años antes, tras la detención de una treintena de ciudadanos vascos en el país sudamericano. Fueron muchas las iniciativas organizadas para exigir su puesta en libertad e impedir su extradición.

Para agradecer el apoyo prestado a los refugiados, el pasado sábado se realizó un homenaje en las fiestas de Bilbo a Norma Morroni, madre de uno de los fallecidos y que ha visitado nuestro país durante los últimos días acompañada por miembros del comité de solidaridad con Euskal Herria.

Disputa electoral

El próximo 25 de octubre se celebran elecciones en Uruguay y los hechos del hospital de Filtro se han convertido en un elemento de polémica. Aquellas protestas contra la extradición de los tres refugiados fueron respaldadas por la coalición izquierdista Frente Amplio, hoy en el poder, y la semana pasada una asociación de militares exigió al candidato de este partido, José Mújica, que se retractara en su apoyo hacia los vascos.

Mientras, en la movilización de ayer se reclamó la «necesidad de plantear» que el ex presidente Luis Alberto Lacalle no continúe «impune». Lacalle, candidato del opositor Partido Nacional a las nuevas elecciones, era presidente de Uruguay en el momento en que se produjeron los trágicos hechos.