El tribunal que juzga en Teherán a más de un centenar de personas acusadas de instigar los disturbios postelectorales en Irán acusó ayer de conspiración a varios antiguos altos cargos del antiguo Gobierno reformista de Mohamad Jatami.

La cuarta vista oral del juicio supuso un duro golpe para los opositores al presidente, Mahmud Ahmadineyad.

Frente al juez desfilaron una pléyade de políticos y periodistas que desempeñaron algún papel a lo largo de los ocho años de Gobierno de Jatami, quien ha respaldado a los dos principales candidatos derrotados en las urnas, Mir Hussein Musavi y Mehdi Karrubi.

Entre los acusados sobresale Said Hayarian, antiguo asesor de Mohamad Jatami, que quedó prostrado en una silla de ruedas tras ser tiroteado en 1999 ante el Ayuntamiento de Teherán.

Según la agencia Fars, Hayarian confesó ayer su deseo de desligarse de su partido «debido a la corrupción» y pidió perdón a los iraníes «por el daño provocado a la sociedad».

Ante el tribunal comparecieron también líderes reformistas como Mohsen Mirdamadi, Abdullah Ramezanzadeh y los ex viceministros Mustafah Tayzadeh y Mohsen Safaie-Farahani.