Siendo, como fue, una de las cunas del renacimiento, Florencia vio ayer como su equipo renació al descanso para sacar adelante una eliminatoria que se les había puesto muy en contra en una primera parte en la que el Sporting de Lisboa se adelantó gracias a un gol de falta de Joao Moutinho.

Eso sí, la clasificación del equipo florentino tuvo muy poco del gusto por lo estético que se dio por aquellos lares en el Quattrocento. Todo lo contrario, el pase de los violas se ajustó completamente al manual del Calcio de hacer estrictamente lo justo para conseguir el objetivo.

En el partido de ayer, la Fiorentina apenas jugó bien en el primer cuarto de hora de la segunda mitad, con el joven Jovetic como protagonista. Precisamente fue el delantero de refresco el que consiguió el gol del empate y el que propició el pase a la siguiente ronda de magnífica jugada personal en el minuto 54.

Otra vez un chipriota

Si la temporada pasada fue el Anorthosis el que dio la campanada eliminando al Olympiacos de Valverde, en esta previa ha sido el Apoel el que consiguió meterse en la fase de grupos tras eliminar al Copenhague, tras su contundente victoria por 3-0.

La decepción en esta fase previa ha sido el Celtic, no por su eliminación ante el Arsenal, algo que entraba en los pronósticos, si no por la pobre imagen exhibida. Ante un rival lleno de suplentes, los católicos de Glasgow ofrecieron una muy pobre imagen ante un Arsenal que se impuso por 3-1.

El espectáculo tampoco brilló en Atenas, donde el Olympiacos sólo pudo vencer por 1-0 al modesto Sheriff moldavo. Incluso se divirtieron menos los seguidores del Stuttgart que acudieron a ver el partido de los suyos ante el Timisoara, que terminó con empate a cero, haciendo valer el 0-2 de la ida.