La Organización de Estados Americanos (OEA) cumplió sus amenazas y ayer mostró su determinación de no aceptar los resultados de los comicios si se celebran a la sombra del Gobierno golpista.

Dicha decisión fue ratificada por la OEA, después de que Manuel Zelaya solicitara esta medida en la reunión mantenida en Washington.

Tras el encuentro, el presidente electo de Honduras se felicitó porque «los países han manifestado que no están dispuestos a reconocer ni el proceso ni el resultado» de las elecciones del 29 de noviembre.

Zelaya fue aún más lejos y agregó que los 33 países miembros activos se mostraron favorables a «endurecer las medidas contra el régimen». No precisó, sin embargo, de qué tipo de medidas se trataría.

«Logro importante»

Por su parte, el secretario general de dicha organización, José Miguel Insulza, destacó que «después de dos meses, el hecho de que se mantengan unánimes tanto el Consejo de la OEA como toda la comunidad internacional es un logro importante».

«Esperamos que en los próximos meses vayamos obteniendo mejores resultados», agregó Insulza.

Manuel Zelaya creyó «necesario» que la OEA se volviera a reunir para «intercambiar opiniones» sobre la situación de Honduras, tras el fracaso de la misión de los cancilleres al país centroamericano.

El presidente legítimo avisó de que, de agotarse las acciones de presión de la comunidad internacional, él y el pueblo hondureño recurrirán a «medidas alternativas», porque no se 0pueden permitir «este tipo de extravagancias en democracia».