El Real Unión terminó el partido del Carlos Belmonte ante el Albacete repitiendo las sensaciones de la primera jornada de liga, aquel partido ante el Recreativo de Huelva en el que los guipuzcoanos merecieron la victoria, tanto por el juego desplegado como por las ocasiones, aunque al final terminaron con una dolorosa derrota.

Los blanquinegros llevaron el dominio del juego durante prácticamente los 90 minutos. El técnico Iñaki Alonso utilizó el mismo bloque que el sábado pasado, con el mismo cambio de Durán por Quero. Y, en ese once, solamente dos jugadores eran diferentes a los utilizados la temporada pasada: el mencionado Durán y Descarga.

Pero a los irundarras les falta algo que el propio Abasolo comentaba en el descanso del encuentro: más llegada. Y, ligado con ello, el gol, que, al fin y al cabo, es lo que hace lograr los puntos en cada partido.

Iñaki Alonso ya había comentado a lo largo de la semana que su equipo tenía que mostrarse «determinante» a la hora de salir con el balón. Es decir, el vizcaino quería que se saliese en bloque, todos los jugadores juntos, mostrando atrevimiento a pesar de jugar fuera de casa.

Sin embargo, el Albacete, gracias a la calidad de sus jugadores, creó peligro en varias ocasiones aprovechando los espacios dejados por los guipuzcoanos. En una de ellas, Stuani, uno de los fichajes manchegos que proviene de la liga italiana, no acertó delante del portero Jauregi. El blanquinegro sacó una mano providencial, y un minuto antes también tuvo que actuar ante un buen disparo de Callejón tras una jugada de Sousa por la izquierda.

A pesar de estas jugadas, el Unión se mostró muy activo, entrando por la dos bandas con Deskarga y Gabarain. Un centro del primero en el minuto 21 a punto estuvo de acabar en gol tras un remate de Juan Domínguez, que no pudo finalizar.

Pero en la segunda mitad los locales encontraron el punto débil de los visitantes. Varias internadas por la banda derecha crearon peligro en la meta de Jauregi sin lograr el premio, hasta que en el minuto 71 Sousa aprovechaba un buen pase desde la derecha para batir al portero. Éste despejaba el primer remate, pero el rechace le volvía a Sousa para marcar.

Los minutos siguientes se volvieron locos, con idas y venidas a las dos porterías. Un último remate fuera de Salcedo tras un corner terminó por destruir el sueño del empate.

Despistes

La anécdota de la noche la protagonizaron los corners de la primera mitad, ya que los jugadores manchegos, en dos ocasiones, intentaron sorprender sacando el balón con gran rapidez después de que el recogepelotas colocase el esférico en el sitio adecuado. Los jugadores unionistas fueron sorprendidos en la dos jugadas, pero los rivales no lograron marcar gol.

Iñaki Alonso se mostró enfadado con su equipo por estos despistes, acciones que tendrá que tomar en cuenta para las próximas jornadas de liga si quiere puntuar y lograr la tan ansiada primera victoria que dé un poco de tranquilidad.