Detenidos en Lekeitio denuncian golpes también en la comisaria
Los nueve detenidos por la Ertzaintza en la batalla campal de Lekeitio salieron ayer en libertad. En sus cuerpos todavía había marcas que aseguran que no sólo son fruto de la violencia de los arrestos, sino también de agresiones posteriores en comisaría. Uno de ellos perdió el conocimiento, otros tres fueron llevados al hospital, y una chica ha referido tocamientos. El caso será tipificado como «terrorismo».
GARA
Tras pasar dos noches en comisaría en casi todos los casos, en la mañana de ayer los nueve detenidos en Gernika quedaban en libertad. Su salida a la calle permitía descubrir que casi todos tienen marcas de golpes y que en siete casos existen partes médicos que acreditan lesiones, según difundió el movimiento pro-amnistía.
Algunas de ellas se derivan de las detenciones, que tuvieron un carácter muy violento según han explicado los afectados. Pero, junto a ello, varios han asegurado además que sufrieron agresiones en comisaría -la mayoría permaneció en la base de Gernika, pero algunos fueron llevados a la Durango, donde se afirma que se produjo una última paliza ayer mismo por la mañana-.
Denuncias así no son habituales en este tipo de arrestos por parte de la Policía autonómica. Por ello, el movimiento pro-amnistía no sólo denunció la actitud del tándem Patxi López-Rodolfo Ares, sino que exigió un posicionamiento a todos los agentes.
Al hospital horas después
La nota explica que los detenidos no fueron ocho, sino nueve, uno de ellos menor de edad. Cinco de ellos han remarcado que la detención fue «muy violenta», hasta el punto de que uno de los arrestados quedó sin conocimiento y fue llevado rápidamente al hospital (el Departamento de Interior habló de siete heridos).
Añade que en el caso de otros tres, «fueron golpeados tanto de camino a comisaría como ya en comisaría. Aunque estaban heridos, los tuvieron más de cuatro horas en esa situación antes de ser llevados al hospital».
Junto a ello, una joven ha denunciado que sufrió vejaciones sexuales, en concreto tocamientos, por parte de los agentes.
Uno de los detenidos era un menor de edad que había quedado libre ya el día anterior tras pasar ante el juzgado correspondiente. En el caso del resto, a dos se les han impuesto fianzas de 3.000 euros y a otro más de 6.000 euros. Y todos tendrán que ir al juzgado cada lunes.
Al parecer, el juez de Gernika ni siquiera les tomó declaración ya que el caso va a ser tipificado como «terrorismo» y tramitado por la Audiencia Nacional, lo que se podría concretar en graves imputaciones concretas.
Los vecinos de los detenidos, que al parecer residen en Lekeitio y Ondarroa, llevaron a cabo una concentración ante los juzgados de Gernika para denunciar lo ocurrido.
El grado de enfrentamiento producido en Lekeitio ha abierto un debate entre los representantes políticos sobre la actuación de la Ertzaintza. Si el lunes fueron el Ayuntamiento de Lekeitio y el presidente de Eudel quienes pidieron una reflexión al respecto saliéndose de la generalizada condena unilateral, ayer el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, admitió la «relación evidente» entre la caza de las fotos y la batalla nocturna.
En Radio Euskadi, Erkoreka indicó que el PNV ya había expuesto anteriormente su preocupación por «lo que el PSE de- nomina `lucha contra la impunidad'», y alertó de que actuar así «provoca claramente daños colaterales». Por ello, pidió «repasar y consensuar» estas actuaciones. El presidente jelkide en Bizkaia, Andoni Ortuzar, también pidió «proporcionalidad e inteligencia».
El lehendakari, Patxi López, tildó de «preocupantes» los posicionamientos críticos con la actitud de la Ertzaintza, y se quejó sobre todo de las palabras del presidente de Eudel, Jokin Bildarratz (PNV), de quien dijo que no ha representado al PSE con sus palabras. «Adjudicar parte de la responsabilidad a quien está cumpliendo la ley es absolutamente irresponsable», añadió. GARA
Los remeros promotores de la manifestación por los presos del domingo en Donostia anunciaron ayer que suspenden la convocatoria tras el veto del Departamento de Interior de Lakua. Pero al mismo tiempo dejan claro que seguirán manteniendo la reivindicación por sus derechos, como en los últimos 30 años, «porque somos remeros y vivimos unidos a nuestro pueblo». Y, en consecuencia, hacen un llamamiento a que «en el gran día de las estropadas se extienda a los cuatro vientos la reivindicación de los derechos de los presos».
En los últimos días, muchas localidades vascas se están llenando de fotos y carteles por los presos, como ocurre estos días en Elorrio o Mamariga, o en la propia Donostia en el Sagardo Eguna del sábado.
Los remeros recuerdan que esta manifestación del segundo día de la regata donostiarra tiene más de 30 años de trayectoria. «No sabemos si el señor Ares sigue el remo o no. No sabemos si ve las estropadas de La Kontxa o no. Nosotros, por nuestra parte, todos los años estamos en Donostia y somos testigos directos de lo que ocurre. En consecuencia, prohibir una manifestación bajo la acusa de incidentes producidos en años anteriores nos parece una gran trampa. Ellos han provocado los incidentes, y después utilizan los mismos como excusa para prohibir la manifestación que convocamos. Pero en la práctica, año a año ha quedado claro que celebrar la estropada y hacer la manifestación son totalmente complementarios».
Reiteran sus tres reivindicaciones: liberar a los presos que han cumplido la condena, excarcelar a quienes sufren graves enfermedades y acabar con la dispersión. «Prohibir salir a la calle por esto es vergonozoso», concluyen. GARA
