El plan que el presidente de EEUU, Barack Obama, tiene para Oriente Medio plantea un «Estado palestino» con implantación únicamente en Cisjordania, «al que posteriormente se sumaría Gaza». La mayor parte de Jerusalén Este quedaría bajo administración directa israelí, aunque los lugares santos estarían bajo control de una administración árabe e islámica.

Estos datos fueron dados a conocer por el vicepresidente del Consejo Legislativo palestino, Hassan Kraishe, quien añadió que este «Estado palestino» se instauraría en 2011 y que acogería a un número limitado de refugiados en el valle del Jordán y otras zonas de Cisjordania.

Sin embargo, siempre según la versión de Kraishe, el plan de Obama no hace mención al futuro que les espera a los refugiados que viven en campamentos de Jordania, Líbano, Siria y otros países árabes, más allá de una imprecisa «fundación internacional para ayudar a los refugiados palestinos» que debería crearse.

«El plan estadounidense aboga por convertir los diferentes grupos armados palestinos en partidos políticos que condenen el uso de la violencia contra Israel», añadió Kraishe.

En cuanto a las colonias sionistas, el plan de Obama establece que los grandes bloques en Cisjordania seguirían bajo control israelí y se negociará sobre las pequeñas colonias, mientras que el resto de Cisjordania estaría desmilitarizado y su espacio aéreo controlado por Israel.

El plan concreta que Israel liberará a prisioneros palestinos tras la firma de un «acuerdo de paz» con la Autoridad Palestina, mediante una excarcelación que se prolongará durante tres años.

El vicepresidente del Consejo Legislativo palestino declinó dar a conocer exactamente cómo pudo acceder al borrador estadounidense, pero aclaró, en un comunicado de prensa, que la Administración de Obama ha dado por buena la iniciativa tras recibir la colaboración de figuras judías «conocedoras del conflicto palestino-israelí».

El presidente Obama podría dar a conocer públicamente su plan este mes, con motivo de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde intenta organizar un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.