Arropados por familiares, amigos y representantes del movimiento pro amnistía, Daniel Saralegi, Imanol Pancorbo y Saioa Zerain denunciaron ayer públicamente haber sido retenidos, amenazados y acosados por presuntos policías para forzarles a colaborar con las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE). Saralegi y Pancorbo ya han interpuesto las correspondientes denuncias ante los juzgados y Zerain lo hará en breve.

El joven navarro fue abordado en Iruñea por dos hombres de complexión fuerte el 22 de marzo, cuando se dirigía a casa por la calle Amaya sobre las tres y media de la madrugada. «Me preguntaron si era Daniel Saralegi»; tras contestar afirmativamente, se identificaron verbalmente, sin mostrar acreditación alguna, como policías. «Me indicaron que les acompañase; uno de ellos me agarró del brazo y me ordenaron subir a un coche», relató ante los medios.

Uno de los supuestos policías se sentó con él en la parte trasera del vehículo y le puso la mano en la nuca. Acto seguido, le ordenó agachar la cabeza. Saralegi, que es portavoz de la plataforma Gora Iruñea!, preguntó por el motivo de su detención; sus captores se limitaron a contestar «que estuviese tranquilo, que no estaba detenido y que sólo querían hacerme unas preguntas». Las preguntas siempre estaban relacionadas con la plataforma popular en la que trabaja. En un momento dado, le ofrecieron tabaco y le dejaron salir del coche. Entonces comprobó que se encontraban en un polígono del barrio de Sanduzelai.

«A medida que pasaba el tiempo, comencé a ponerme nervioso debido a la situación», explicó ayer. Volvieron a arrancar el coche y, esta vez, le taparon la cabeza con un jersey. Posteriormente, «tras subir unos escalones», le llevaron hasta «una pequeña sala» donde continuaron realizándole el interrogatorio.

Al cabo de un rato, y otra vez en el coche, pudo ver que pasaban junto al hotel Tres Reyes y después le dejaron bajar. En ese momento, el hombre que se encontraba a su lado le apretó el muslo mientras se reía. Para entonces eran las once de la mañana, por lo que estuvo retenido unas siete horas y media.

De vacaciones en Alacant

Imanol Pancorbo marchó a Alacant el 22 de julio para pasar unos días de vacaciones con su familia. Al poco de bajarse del autobús, cuando iba caminando por la calle, alguien le llamó por su apodo. Al girarse, dos hombres se dirigieron hacia él preguntándole si no le sonaba su voz. El joven gasteiztarra contestó que no, a lo que alegaron que habían coincidido durante siete horas en la taberna Garraxi, mientras la Guardia Civil llevaba a cabo un registro tras la detención de la gasteiztarra Itxaso Legorburu, en abril de este año.

Los dos hombres comenzaron a decirle que querían quedar «para hacerle unas preguntas». Tras rechazar la petición, intentaron chantajearle: «Sabemos que no trabajas, te daremos mucho dinero y no irás a la cárcel». Intentaron intimidarle diciéndole que no le darían «otra oportunidad», ya que tras el registro del Garraxi le habían puesto una cita a la que no acudió. Antes de marcharse y al observar que no tenía intención de colaborar, le amenazaron con detenerle, incomunicarle y «meterle» 15 años de cárcel: «Que harían lo posible por meterle en la prisión de Puerto de Santa María, en Cádiz, y que, así, arruinaría a su familia», recordaron en la rueda de prensa.

Saioa Zerain, por su parte, lleva recibiendo llamadas telefónicas desde el 24 julio, siempre desde un número oculto y con la voz de un hombre. Afirmó que «saben cosas personales, como cuándo iría de vacaciones». Al preguntar quién llama le contestan que «lo importante es quién es ella, que tiene algo para ellos, y ellos algo para ella».

Manifestación por Jon Anza

Tras exponer los relatos de los tres jóvenes, el movimiento pro amnistía denunció que la represión «va en aumento y se está extendiendo a nuevos ámbitos». Comentó que pidiendo «colaboración» se están utilizando «actividades que tienen de fondo la guerra sucia» y recordaron los casos de Juan Mari Mujika, Lander Fernández y Alain Berastegi. «Han impuesto un verdadero estado de excepción», subrayaron al tiempo que animaban a quienes hayan vivido situaciones parecidas a que las denuncien.

Llamaron a responder mediante las movilizaciones y, concretamente, invitaron a la ciudadanía a participar en la manifestación que este sábado se llevará a cabo en Donibane Lohizune para exigir la verdad sobre el paradero de Jon Anza, desaparecido hace cinco meses.