Estrategia contra la izquierda independentista
Ares confirma que «los demócratas» trabajan en el pacto que pidió el PNV
Cuando el pasado viernes el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, habló de «construir y asegurar la unidad de todos los demócratas en contra de la violencia» no estaba haciendo un llamamiento abstracto, sino que estaba dando cauce a un trabajo que el PNV ya tiene adelantado con el PSE. El consejero de Interior del Gobierno de Lakua, Rodolfo Ares, dijo ayer que se pretende «fijar una posición muy clara, contundente y unitaria».
GARA | GASTEIZ
En el mismo foro donde el pasado viernes Iñigo Urkullu anticipó la necesidad de un pacto de «los demócratas», el consejero de Interior, Rodolfo Ares, confirmó ayer las noticias de que PSOE, PNV y otros partidos ya están trabajando en la materia.
En su conferencia, Ares habló como «hombre fuerte» del Gobierno de Patxi López y, por lo tanto, fue más lejos de las atribuciones que le corresponden como consejero de Interior y detalló también propuestas del Departamento de Economía y de Empleo y Asuntos Sociales. Sin embargo, buena parte de su alocución estuvo dedicada a las políticas contra la izquierda independentista, con frases como que han emprendido «una lucha sin tregua para impedir las manifestaciones que sean convocadas para defender los postulados de ETA».
En este contexto, Ares repitió -en algunos casos de forma textual- lo ya expuesto recientemente en el Parlamento de Gasteiz sobre su forma de entender la lucha contra ETA «y su entorno». Añadió en esta ocasión el dato de que el Ejecutivo de Lakua «tiene que destinar más dinero a combatir a ETA y a proteger a la ciudadanía de sus ac- ciones criminales (225 millones de euros anuales) que el que destina a Vivienda. Esta cantidad de dinero bastaría para hacer cada año cuatro hospitales como el que se va a empezar en la Margen Derecha. O daría para pagar en dos años el soterramiento del ferrocarril en Vitoria. O pagar en menos de tres años el futuro metro de San Sebastián».
Negociaciones discretas
Fue en el turno de preguntas cuando se le planteó la existencia de relaciones con otros partidos para forjar un pacto. Un acuerdo entre «los demócratas» que Iñigo Urkullu defendió el viernes y que después se supo que tiene ya incluso un primer borrador fruto de las relaciones mantenidas por PNV y PSE. Resulta llamativo que su objetivo, según algunas fuentes, sea doble; por un lado, la unidad de actuación frente a ETA, pero también «el reforzamiento del Estado de Derecho», con todo lo que ello representa de leyes y tribunales de excepción.
Aunque Rodolfo Ares quiso guardar discreción sobre el posible acuerdo, subrayó que se está intentando ese consenso «para fijar una posición muy clara, contundente y unitaria en relación con el terrorismo». Por ello, mostró su esperanza en que todos tengan «la altura de miras y la responsabilidad necesaria para conseguirlo».
Según las informaciones que se han filtrado hasta el momento, es el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien está tratando de aglutinar tam- bién al PP y al mayor numero de partidos en base a un texto común que, según algunos, todavía «está muy verde».
Cuando en una entrevista publicada ayer por «El Correo» se le preguntaba al presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, sobre que «PSE y PNV negocian un documento contra ETA en la línea de Ajuria Enea» su respuesta fue elocuente: «Ajuria Enea es el pasado. Han ocurrido muchas cosas: Ermua, Pacto por las Libertades, deslegitimación del terrorismo en las calles... Sí es bueno que el PNV se sume, pero a lo que ya hay. Tenemos una meta, derrotar al terrorismo y no podemos ir diez años atrás para que el PNV venga».
Imaz: «Los buenos, a Interior»
Fue el propio Rodolfo Ares quien solicitó expresamente al actual presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, que hiciera personalmente su presentación en el desayuno de trabajo. E Imaz respondió diciendo de Ares que es una persona «observadora, muy paciente, habilidosa, con gran conocimiento de la política», cuyas estrategias «son de largo plazo», y que «no se arredra ante nada». Y añadió: «Éste es un país en el que los buenos están destinados a Interior, aunque podrían cubrir otras muchas áreas tan bien o mejor».
Imaz destacó la relación de amistad que mantiene con Ares y afirmó que les ha unido «el espanto de haber conocido de cerca la intolerancia, el totalitarismo, la violencia en su faceta más negra». En palabras que se entendieron como una referencia a la participación de ambos en las conversaciones de Loiola, aclaró que «son posiblemente vínculos nacidos de haber defendido conjuntamente la democracia frente a la imposición y reforzados por haber tenido, en algunos momentos, que interpretar juntos en qué punto los límites de la democracia empezaban a entrar en un terreno en que las legítimas ansias de paz no podían erosionar el valor de la libertad».
Según explicó, estas palabras quedan «muy bonitas y teóricas en un discurso, pero tuvimos que defenderlo juntos con mucha tensión, conscientes de que si nos equivocábamos, las consecuencias humanas e institucionales podían ser graves».
Respondiendo a una petición de Rodolfo Ares, fue Josu Jon Imaz quien hizo su presentación ante el Forum Europa. Y no sólo lo elogió como político, persona y amigo, sino que recordó también la posición común mantenida en Loiola frente a la izquierda abertzale.
Rodolfo Ares precisó que Lakua gasta anualmente unos 225 millones de euros en «combatir a ETA y proteger a la ciudadanía de sus acciones criminales», lo que supone, según explicó el consejero, más dinero que «el que se destina a Vivienda».
El titular de Interior aseguró que «ETA no está más fuerte después de sus últimos atentados, sino mucho más débil. No tiene más apoyos que antes, tiene muchos menos. No ha avanzado en sus objetivos totalitarios, porque la democracia no se rinde».
El Pleno del Parlamento de Gasteiz abordará mañana una propuesta de Unión Progreso y Democracia para instar al Gobierno de Lakua a que pida al español «la disolución de los ayuntamientos gobernados en la Comunidad Autónoma Vasca por la ilegalizada Acción Nacionalista Vasca». Vista la iniciativa de UPyD -presentada a finales de mayo- el PP no se lo pensó mucho y aplicó su receta: «Y dos huevos duros». Es decir, se pide directamente al Gobierno español la disolución de «los órganos de las corporaciones locales» gobernadas por la izquierda independentista y, además, se demanda que mientras tanto todo el dinero que llegue del Estado para esos municipios «se transfiera a las diputaciones forales».
A la vista de esta posiciones, el PSE introdujo su propia enmienda, cuyo eje, más allá de las peticiones a ningún gobierno, es «promover junto con las fuerzas políticas democráticas mociones de censura en aquellos ayuntamientos gobernados por grupos políticos que no condenen la violencia terrorista».
La enmienda retoma la iniciativa que, tras la muerte en atentado de Isaías Carrasco en Arrasate, trataron de impulsar hace algo más de un año PNV y PSE y que, salvo la aprobación de algunas mociones, no tuvo efecto en ninguna corporación.
Además, el PSE propone continuar promoviendo acciones judiciales y mantener la vigilancia sobre los ayuntamientos señalados.
Fuentes parlamentarias del PNV, consultadas por este diario, anunciaron que votarían en contra de la proposición no de ley que persigue corporaciones independentistas.
Sin embargo, la disolución de estos ayuntamientos sigue siendo una obsesión para determinados estamentos del Estado. Pese a que últimamente no se ha producido ningún debate o controversia al respecto, el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, reclamó ayer durante su intervención en el acto de apertura del Año Judicial una modificación de la Ley de Bases de Régimen Local para terminar con la actual situación «hiriente para la sensibilidad democrática» que permite que quienes concurrieron a un proceso electoral en las filas de un partido ilegalizado por su vinculación con ETA, en referencia a ANV, «pueda seguir detentando el gobierno de las Corporaciones Municipales». El Gobierno español ya había anunciado que la reforma de la ley llegará a las Cortes el próximo año. I.I.
Ares confirmó que tras el próximo congreso del PSE no será secretario de Organización, por ser incompatible con su tarea en Interior, pero se da por hecho que continuará en la dirección del partido como uno de los dirigentes más influyentes.