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La OCDE insta a Europa a que no se aparte de su estrategia liberalizadora

La OCDE ha advertido a la Unión Europea que las medidas adoptadas para atajar la crisis la han apartado de las reformas liberalizadoras acordadas hace casi una década en Lisboa, y le ha instado a que a medida que vayan apareciendo señales de recuperación económica vaya retirando las ayudas públicas. En un informe dedicado expresamente a la UE, el «club de los países desarrollados» marca el paso a la Europa de los 27 y aboga por reformas estructurales.

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó ayer un informe económico dedicado a la Unión Europea, en el que hace una advertencia a los rectores comunitarios para que no se aparten de las reformas liberalizadoras contempladas en la Estrategia de Lisboa. Y es que, para la institución que dirige Angel Gurría, la crisis, o más bien las medidas implementadas para hacerle frente, han supuesto un parón en las medidas acordadas hace casi una década en la capital lusa, y por eso insta a la Comisión Europea a que «vele» para que los países de la UE retiren las ayudas públicas a medida que van saliendo de la recesión.

«Conviene evitar que esas acciones públicas comprometan las perspectivas de una recuperación ulterior o amenacen el mercado único» señala el trabajo divulgado ayer por la OCDE, que sostiene que esas reformas habían ayudado a la Unión a «mejorar su resistencia».

El conocido como «Club de los países desarrollados» esboza un panorama actual bastante negro para la UE, con una caída del PIB en torno al 4% en el conjunto de los países miembros, «la peor recesión desde la posguerra». Una recesión que, a su juicio, va a continuar en muchos de esos estados, con caídas acumuladas del PIB en el periodo 2009-2010 que serán de más del 14% en Estonia, del 11% en Irlanda, del 8% en Hungría, del 6% en Alemania, y de alrededor del 5% en Suecia, Holanda, Italia, Eslovenia o el Estado español.

Reformas estructurales útiles

En este contexto, para la OCDE las prioridades europeas deben ser «reforzar el resultado en el frente de la innovación, consolidar el mercado único, realizar la transición a una economía sobria en carbono -CO2- y abrir más los mercados europeos al resto del mundo». En este sentido, considera que la situación actual, con planes masivos de inversión, «ofrece la ocasión de facilitar algunas reformas estructurales útiles», como la configuración de redes de banda ancha, o el desarrollo de tecnologías poco contaminantes que estimulen la actividad a corto plazo y sean beneficiosas a la larga. «La crisis actual ya ha supuesto el lanzamiento de reformas ambiciosas destinadas a paliar las lagunas del sistema financiero que, si se realizan efectivamente y se aplican, deberían asentar las perspectivas de crecimiento a largo plazo», indicó a este respecto Gurría, secretario general de este organismo.

Respecto al mercado único europeo, el informe señala que «hay que ir mucho más lejos», sobre todo en los servicios y en algunas industrias de red, como la electricidad y el gas, y sostiene que la mejor forma de lograr en Europa una economía con menos contaminación de CO2 es generalizar a todos los sectores el sistema de intercambio de cuotas de emisión.

cualificados

La OCDE apuesta por una «carta azul europea» que simplifique los procedimientos para los inmigrantes, eso sí, sólo para «altamente cualificados», y les dé un permiso de residencial permanente.

La CE ultima los detalles de la estructura de supervisión

La Comisión Europea (CE) está ultimando los detalles de su propuesta para establecer en la Unión Europea un nuevo sistema de supervisión financiera, cuyos principales objetivos son, según señalan sus promotores, mejorar la detección de riesgos y reforzar la cooperación entre los organismos estatales.

Mañana, un día antes de que los líderes de las principales economías del globo se reúnan en Pittsburgh para evaluar los avances en la respuesta internacional a la crisis, el Ejecutivo de la UE presentará los textos legislativos para la creación del nuevo Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos y el Sistema Europeo de Supervisores Financieros. Según el acuerdo alcanzado por los Veintisiete en junio, estos serán los dos pilares del nuevo modelo comunitario de supervisión financiera, que debería estar en funcionamiento ya el año que viene, y con el que la UE busca resolver los «fallos» detectados en la crisis actual, así como prevenir que se repitan situaciones similares en el futuro.

Desde la Comisión, fuentes conocedoras de las propuestas legislativas -que todavía no están cerradas- citadas por la agencia Efe, indicaron que Bruselas se mantiene con estas iniciativas fiel al «espíritu» marcado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la cita de junio. GARA

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