ZINEMALDIA
Ciro Gerra considera el cine «un medio de transporte» para viajar a la esencia del vallenato
El realizador colombiano recaló en Donostia, en el que es el enésimo destino para «Los viajes del viento», su exitosa película con la que recorre la cara menos publicitada de Colombia.
GARA | DONOSTIA
«Los viajes del viento» tuvieron ayer como destino Donostia. El director colombiano Ciro Guerra busca en este trabajo la esencia del vallenato, género musical autóctono. Asegura que «el cine es un medio de transporte, que te lleva a lugares sin necesidad de moverte».
«Los viajes del viento» traslada al espectador, efectivamente, al caribe colombiano, pero a Guerra también le ha servido para recibir una ovación de quince minutos en el Festival de Cannes o participar ahora en la sección Horizontes Latinos de Zinemaldia.
El viaje primigenio de todo este periplo parte de su propia región, Majagual, en el caribe colombiano, y acaba en Taroa, al norte del país. «Me interesaba contar esta historia universal de una manera más local posible», asevera. «Es una zona que ni los propios colombianos conocen. Y el problema de nuestro país parte de la falta de conocimiento de lo que somos» explica el director.
Para ello ha construido dos personajes: Ignacio Carrillo, un viejo músico, y Fermín, su joven discípulo. La música, y más concretamente el vallenato original de la época en la que se ambienta la película, 1968, se convierte en la tercera protagonista.
«En su esencia, el vallenato habla de la identidad de Colombia. Tiene un instrumento europeo como el acordeón, una caja africana y nuestra gacharaca. Esa mezcla es lo que somos», argumenta.
Además de la música, la naturaleza completa el cuadrilátero narrativo, ya que es la base sobre la que se inspira el vallenato y que, en su interacción con hombre, le descubre su propia esencia.
«La tradición se ha modernizado y se ha transformado, pero debe luchar para no perder esa esencia. La sabiduría consiste en ser capaz de avanzar sin dejar de mirar atrás», reflexiona el cineasta.
«No quería que fuera una historia obvia o aleccionadora sobre el aprendizaje. Quería mostrarlo como un proceso duro, exigente, que conlleva dolor y pérdida». En el conjunto, ha colaborado la música de Marciano Martínez, que interpreta el papel protagonista, junto al joven Yull Núñez.
Guerra se muestra satisfecho por el éxito -en Colombia ya la han visto 200.000 personas- y lo atribuye a unas pautas clásicas. «La idea del periplo es una estructura mitológica arquetípica. Muchas culturas consideran la vida misma un viaje», concluye.