En ésta, su primera experiencia en el largometraje, el joven cineasta uruguayo Enrique Buchichio apuesta por un estilo de cine amable, sensible e intenso que jamás se excede en los subrayados emocionales. Siguiendo la estela de otros cineastas noveles, Buchichio plantea en “La habitación de Leo” las dudas y tensiones emocionales que le asaltan a un adolescente que pretende encontrar su lugar en el mundo.

Tras una relación sentimental fallida con una joven, el protagonista intentará ahondar en la causa de los miedos sexuales que le atenazan y, para tal fin, contará con la complicidad de un sicoanalista y una relación homosexual que se tornará intermitente debido a las dudas que continuamente le asaltan. Tal y como nos advierte el título de la película, la habitación del protagonista, Leo, se convierte en ese territorio acotado en el cual el joven gobierna su intimidad y sus anhelos. Más allá de la puerta de su habitación le aguardan los miedos y un grupo de personajes tímidamente perfilados pero muy apegados a la realidad y que, en lo concerniente al reparto, cuenta con el refuerzo interpretativo de Mirella Pascual, la excelente actriz que nos cautivó en aquella monosilábica joya titulada «Whisky». Al otro lado de la puerta, a Leo le aguardan también los miedos y dudas ajenas de quienes le rodean y un viaje simbólico por carretera que le permitirá tomar esa pizca de aire fresco que se requiere para seguir autodescubriéndose.