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Claroscuros en Tabakalera
El corto ganador recibirá 10.000 euros en equipos y la partición en el short film corner de Cannes
Oihane LARRETXEA
Llevar a la práctica la teoría de los libros y profesores fue el objetivo de ayer en el VIII Encuentro Internacional de Escuelas de Cine. Tabakalera se llenó de estudiantes de dirección de cine, futuros cineastas que han venido hasta Donostia a exponer sus cortometrajes e intercambiar, de paso, conocimientos y experiencias con estudiantes de otros paises.
Las miradas se centraban en la enorme cámara de Panavisión llamada Génesis, y fue con ella con la que los alumnos pudiéron experimentar y ver en directo cómo funciona, y cual es el resultado de la grabación, ya que existen muy pocas cámaras como éstas en todo el mundo.
La base de la práctica fue la experimentación con distintas luces: contrastes de claroscuros, pruebas con potentes focos o ténues velas; y el resultado en sí fue un espectáculo y los estudiantes no paraban de asombrarse y tomar nota de todo lo que acontecía. Un técnico allí presente, que vigilaba de cerca la valiosa Génesis, subrayaba la importancia de estas iniciativas: «Con pequeñas cosas como pueden ser las distintas pruebas de luces, los estudiantes aprenden mucho, despejan las dudas que puedan tener. Sobre todo si se llevan a cabo con aparatos de los que no disponen normalmente».
Precisamente con cámaras como la de ayer se han rodado, entre otras, las películas “Astérix y Obélix”, “Superman” o “Apocalipto”, por lo que no era de extrañar el entusiasmo que mostraban los jóvenes.
Dejando a un lado la clase, desde ayer y hasta el viernes tendrán lugar distintos proyectos y actividades. Estudiantes procedentes de 15 países como Israel, Polonia, China, Estados Unidos, México o Marruecos entre otros, han venido con sus cortometrajes –previamente seleccionados por un jurado – para llevarlos a competición. «En total recibimos 175 cortometrajes de 27 países diferentes, y al final elegimos 15 obras. La elección ha sido difícil, pero con una participación tan elevada queda patente el gran interés mostrado por lo jóvenes talentos» afirma Larraitz Mendizuri desde Tabakalera. Y agrega la importancia de estos encuentros: «Hacerse un hueco en el cine es muy complicado, por ello necesitan el apoyo de fundaciones, como puede ser Tabakalera». Una estudiante de Bilbo corroboraba estas palabras al final de la clase: «Verlo in situ y además con estos prestigiosos equipos es muy beneficioso».
Todos se mostraron de acuerdo en la importancia de la buena formación. Tal como afirmaba Mendizuri, los estudiantes de hoy serán los directores de mañana.
