Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. Vamos, que la señorita Burrows no tiene nada que ver con la imagen que, al menos algunas, nos hacemos después de ver su rostro en el cine, los medios...

Esta mujer inglesa, a la que algunos descubrimos en «Miss Julie» de Mike Figgis, para verla después en «El nombre del padre» o «Troya», es simpática, risueña y tanto o más bella que en la gran pantalla. Se esfuerza en las distancias cortas por hacerse entender en castellano, aunque recurre al inglés y al francés en los momentos de apuro.

Aficionada a la literatura (le gustan Lorca, Neruda...) y la música, toca siempre que puede con sus amigos neoyorkinos.

Saffron Burrows, criada en ambientes socialistas, es una conocida activista por los derechos civiles en su país. Burrows es de esas actrices que escogen con esmero sus papeles, algo que le facilita después vivirlos apasionadamente.

La vimos en «El misterio Galíndez», ha trabajado codo con codo con cineastas como Hal Hartley, Raoul Ruiz... pero su carrera, lejos de quedarse estancada en el cine, le ha llevado a trabajar en el «Royal National Theatre de Londres» y en series de televisión de éxito como «Boston legal».

Es una mujer humilde, inteligente y con ganas de aprender y absorber todo aquello que le resulta interesante. Esta contenta de poder ser la presidenta del jurado de nuevos directores, lo considera un privilegio. Precisamente eso fue el poder charlar con ella.

Es agradable poder encontrarse con estrellas como Burrows que, a pesar de serlo, no caminan por la vida con arrogancia. Ella sabe de sus limitaciones (me pregunto cuáles son) y dice que quizá algún día también se anime a dirigir.