La disolución de «ayuntamientos de ANV» separa a PP y UPyD del PSE
La propuesta de que el Parlamento de Gasteiz instara a la disolución de «los ayuntamientos gobernados por la ilegalizada ANV» supuso un primer roce parlamentario en el matrimonio formado por PSE y PP, que votó unido en el resto de puntos del orden del día. UPyD fue quien llevó el tema a la Cámara y se le sumó el PP. El PSE adujo que la medida, tal y como estaba expuesta, sería ilegal, por lo que planteó mociones de censura. Al final, no se aprobó nada.
Iñaki IRIONDO
El intento del único parlamentario de UPyD de hacerse ver en la Cámara de Gasteiz con una propuesta de dureza contra la izquierda abertzale y la tentación del PP de no dejarse arrebatar por nadie esa posición, acabaron por dividir al PSE y su «socio preferente» en una de esas cuestiones que la mayoría de los partidos -y sobre todo estos tres- insisten en calificar de «sensibles».
Imitando lo realizado por Rosa Díez en el Congreso de los Diputados el pasado 16 de diciembre de 2008, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, presentó una propuesta instando a que Lakua pidiera a Madrid que en aplicación del artículo 61.1 de la Ley de Bases de Régimen Local «disuelva los ayuntamientos de la CAV gobernados por ANV». Y, como ocurrió también en las Cortes españolas, el PP añadió que esa disolución se realizara inmediatamente y que, además, sus fondos del «Plan E» se transfirieran a las diputaciones.
Nada nuevo tampoco en la respuesta del PSE. Si en diciembre el portavoz en el Congreso acusó a UPyD y PP de «deslealtad», ayer José Antonio Pastor recriminó a Gorka Maneiro y Carlos Urquijo intentar «ponerse medallas». Según el PSE, la propuesta de disolver los ayuntamientos es ilegal y además resulta política y estratégica- mente inoportuna. Pastor se vanaglorió de que el Gobierno de Patxi López ya está haciendo «pasar por el aro a toda esa gente» y volvió a la propuesta -también del pasado año- de que allí donde sea posible «las fuerzas políticas democráticas» presenten mociones de censura contra los «alcaldes indignos».
«ANV no existe»
Los portavoces de EB, EA, Aralar y PNV anunciaron su voto en contra de todas las propuestas. Jesús María Larrazabal y Mikel Basabe coincidieron en destacar que no hay ayuntamientos gobernados por ANV, porque desde la disolución del partido no hay ni alcaldes ni concejales de ese partido. Recordaron que los ediles elegidos representan a una parte de la ciudadanía y acusaron a los proponentes de ir contra el derecho a elegir y a ser elegidos.
Joseba Egibar, del PNV, fue más allá de los textos debatidos para señalar que la intención final es impedir de cualquier forma que la izquierda abertzale esté en las próximas elecciones municipales y forales, como parte de la estrategia de PSOE y PP para ir contra el nacionalismo vasco. En este sentido, añadió que «a quien ETA más perjudica políticamente es al nacionalismo vasco» y beneficia otras estrategias. Los representantes de UPyD, PP y PSE respondieron con dureza a estas palabras, lo que hizo que el debate entre ellos se desviara hacia acusaciones contra Egibar.
Al final, cada proponente apoyó su propio texto y no se aprobó ninguna de ellas.
El Gobierno español ya ha anunciado que antes de que acabe el año llevará al Congreso las necesarias reformas legales para que en el futuro, los concejales cuyos partidos se ilegalicen, no puedan seguir ejerciendo sus cargos.
El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, aprovechó su intervención en este punto para acotar algunas cuestiones sobre el pacto contra ETA del que el pasado viernes habló el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, y en el que ya se está trabajando, según confirmó el lunes el consejero de Interior, Rodolfo Ares.
Joseba Egibar quiso distinguir entre la posibilidad de alcanzar «un suelo común» en materia ética, de derechos humanos y de intervención policial. Pero dejó claro que si al pacto se le pretenden añadir componentes políticos en contra del nacionalismo, «no vamos a compartir nunca esa estrategia». El dirigente jeltzale recordó que la estrategia de PSOE y PP parte del llamado «Pacto por las libertades y contra el terrorismo» de diciembre de 2000, cuyo objetivo ha sido «llegar hasta Ajuria Enea, y ahora tocan las municipales y forales». Aquel pacto y la estrategia posterior tenían como premisa que para derrotar a ETA había que derrotar al nacionalismo vasco y en ese punto, añadió, «vuestra estrategia y la nuestra son incompatibles».
Egibar introdujo su comentario sobre el pacto diciendo que se estaba hablando de él en la prensa y haciendo también una referencia expresa al análisis que ayer mismo publicaba GARA sobre esta cuestión que, no cabe olvidar, fue Urkullu quien la puso sobre la mesa. I.I.
