El Parlamento de Gasteiz rechazó ayer, con 39 votos en contra y 34 a favor, la proposición no de ley formulada por Eusko Alkartasuna, relativa a la garantía de los derechos lingüísticos de los ciudadanos y ciudadanas vascoparlantes en Osakidetza.

Jesus Mari. Larrazabal, por parte de Eusko Alkartasuna, fue quien puso el tema encima de la mesa e incidió en que «lo que está en juego son los derechos fundamentales de los ciudadanos», entre los que situó tanto el derecho a ser atendido tanto en español como en euskara en la sanidad pública. Además, hizo hincapié en que el Ejecutivo de Lakua es quien «tiene la obligación de garantizar que estos derechos se cumplan».

El parlamentario del PSE, Vicente Reyes, replicó que «los planteamientos hay que hacerlos desde una perspectiva templada». «Lo primero es conocer un análisis de la situación» y entonces, dijo, «habrá que buscar soluciones realistas».

Por su parte, el grupo del PP dio la vuelta a la propuesta y afirmó que el problema es el contrario, es decir, «la discriminación que sufren los profesionales sanitarios por no tener conocimiento» de euskara. Laura Garrido afirmó que «el euskara se ha convertido en una traba» para conseguir un puesto en Osakidetza. Y aseguró que los profesionales «se encuentran en los euskaltegis en vez de en los hospitales». Así, el euskara «es determinante y discriminatorio» a la hora de conseguir un puesto, según remarcó. Garrido argumentó además «el coste que supone la euskaldunización», y por todo ello exigió que «deje de valorarse de forma desproporcionada».

Pese a que el conflicto viene heredado de anteriores legislaturas, la portavoz del PNV, Eider Mendoza, lanzó una pregunta al aire: «¿Qué va hacer el Gobierno de Patxi López para que los derechos de los ciudadanos euskaldunes sean garantizados?». También insistió en que «es hora de hacer una evaluación».

Mikel Arana, de EB, calificó por su parte de «leyenda urbana» el tópico de que sólo saca una plaza en Osakidetza quien supera el nivel exigido de euskara. Lo desmintió y añadió que «se deben respetar los derechos lingüísticos de los enfermos».

«Hace falta voluntad»

Concluido el tiempo de debate y una vez entrado ya el turno de réplica Vicente Reyes, parlamentario del PSE, argumentó que «además de discutir es hora de construir y de sacar el euskara del debate político». Así, insistió en avanzar en esta materia «paulatinamente y con racionalidad».

Mikel Basabe (Aralar) se mostró de acuerdo con este criterio general, pero subrayó que «para eso hace falta voluntad», algo que duda que tenga el PSE.

Larrazabal, por su parte, pidió «calma y tranquilidad» a PP y UPyD, quienes esgrimieron constantemente que «son miles los discriminados que no consiguen entrar en Osakidetza por no dominar el euskara», además de incidir en que el pasado año el intento de euskaldunización se saldó «con 30 millones de euros, más la pérdida de tiempo correspondiente», según palabras de Laura Garrido.