Una invitación se ha convertido en el enésimo foco de polémica entre Athletic y Real, aunque no parece que en esta ocasión vaya a llegar más lejos que el intercambio de pareceres.

La historia nace con la invitación que realiza la Fundación Athletic, dentro de su programa de actividades culturales, a centros escolares de toda Euskal Herria para visitar la Sala de Trofeos y Exposiciones del club y el estadio de San Mamés. No es la primera vez que se cursa -es correspondida por aproximadamente una treintena de centros cada año-, pero sí la primera en que la Real hace público su malestar, al no considerar adecuado que se haga llegar a centros escolares del territorio guipuzcoano. No, al menos, considerándolo parte de la «cantera rojiblanca», el aspecto que mayor malestar habría creado en el club donostiarra.

Jokin Aperribay, de hecho, remitió ayer una nota pública a los responsables de la Fundación Athletic, en la que mostraba su «sorpresa» por la iniciativa e ironizaba sobre un posible «error en la distribución de los envíos» como causa de «este simpático malentendido».

«Sin embargo -añadía el presidente realista-, no puedo dejar de pensar en el trasfondo del mensaje de la carta. Un proyecto de fútbol base que entiende que todos los colegios de Gipuzkoa son la `cantera' del Athletic. Ya que en su carta nos invita a responder y hacer sugerencias, aprovecho para comentarle que los niños y niñas de Gipuzkoa no son, como ustedes dicen, la `cantera del Athletic'».

Ahondando en este argumento, Aperribay «anima» a los responsables de la entidad vizcaina «a que visite usted mismo cualquier pueblo guipuzcoano y compruebe cómo el Athletic no es, precisamente, el club de referencia en nuestro territorio», concluye la misiva, en la que también se invita a su interlocutor a visitar «nuestro Museo de la Real Sociedad».

En la institución rojiblanca, que no se pronunció de forma pública, se acogió la reacción con sorpresa. Se recordaba, en este sentido, que no se trata de la primera ocasión en que la Fundación realiza esta actividad, sin que hasta ahora se haya originado revuelo alguno, así como el hecho de que las misivas están dirigidas a centros de toda Euskal Herria, con un objetivo exclusivamente cultural.