El arranque de temporada no está cumpliendo, ni de lejos, con las expectactivas creadas durante el verano. Martín Lasarte admite sin excusas que a la Real no le están saliendo las cosas, pero considera que algunas críticas pueden resultar excesivas.

«Es verdad que no hemos empezado de manera brillante -reconoció ayer el técnico-, pero tampoco somos ese equipo tan espantoso». Lasarte, de hecho, no huye de la autocrítica, de la que incluso espera obtener beneficios mañana mismo, cuando el equipo vuelve a tener una oportunidad de superar la que se está convirtiendo en su gran asignatura pendiente, los encuentros de Anoeta.

«Hemos regalado 45 minutos en más de una ocasión. Hay que intentar que la intensidad, juego y orden sean los de los segundos tiempos. Tenemos que ser aún más valientes, protagonistas desde el minuto cero. Es una buena ocasión para hacernos respetar y recuperar las sensaciones positivas, además de, lógicamente, los puntos en juego».

Lasarte, por otro lado, se refirió también a las críticas personalizadas en determinados jugadores, que considera especialmente hirientes. Sobre todo en lo que se refiere a Gorka Elustondo. «Que a un chico de la casa, de 22 años, después de estar un año sin jugar, se le pite, me parece un poquito apresurado», aseguró el uruguayo. «No es que haya que decir amén a todo», admitió, pero «si queremos a la gente de casa, animemos a la gente de casa», subrayó.

El entrenador realista, que adelantó que puede introducir algún cambio en el equipo para enfrentarse al Huesca, dirigirá hoy el último entrenamiento semanal en Zubieta (10.00). En principio, podrán entrar en la convocatoria Imanol Agirretxe e incluso Alberto de la Bella, después de que ambos jugadores trabajaran ayer con total normalidad.