La asamblea anual rojilla se convirtió en un mero trámite para la junta directiva presidida por Pachi Izco. Con una amplia mayoría, los socios compromisarios dieron el visto bueno a las cuentas de la temporada pasada, aprobaron los presupuestos de la presente y apoyaron la venta de una parcela colindante al estadio osasunista.

No faltaron, sin embargo, críticas a la gestión y el aumento de la deuda, así como al atosigante control policial en el acceso al estadio en la zona de Graderío Sur.

Los rectores de la escuadra navarra presentaron un déficit de casi 200.000 euros en el ejercicio anterior, motivado especialmente por el incremento del gasto en personal deportivo -más de cinco millones negativos-, en el que se debe incluir el despido de Ziganda, el fichaje de Camacho y su equipo técnico, amén de la incorporación de Sergio e Hidalgo en el mercado invernal.

El mencionado déficit se ha visto suavizado por el hecho de que en el apartado de ingresos se han incluido las ventas de Plasil y Margairaz -3,4 millones-, así como por la de Quique Corrales la campaña anterior al Mallorca.

En cuanto al presupuesto para la presente, se ve ligeramente reducido -pasa de 29,5 a 29,31- en el que el personal deportivo se sigue llevando la mayor tajada, en concreto, 19 millones.

Oier, tocado

Oier no entrenó con el resto, aquejado por una sobrecarga en sus adductores, lo que no le impedirá estar en condiciones para formar parte de la defensa que jugará ante el Sporting.

El lizartarra sustituye en el lateral derecho al internacional Azpilicueta, que ayer volvió a estar en la onda de la prensa inglesa, al asegurar que el Arsenal estaría dispuesto a pagar una cifra algo superior a los dos millones de euros para hacerse con sus servicios

Por su parte, Pandiani tiró de ironía en su comparecencia ante los medios de comunicación para calificar su gol como el del «calzoncillo», expresión que se utiliza en su país para hablar de un disparo con efecto. «No se valoran igual que los del Madrid o Barcelona», criticó el charrúa.