A Rodolfo Ares, el omnipresente consejero de Patxi López, le gusta responder a las preguntas con más interrogantes. Como buen gallego. Si le pregunta usted qué hay de delictivo en demandar que los prisioneros políticos vascos cumplan condena cerca de sus casas, le contestará: «¿Alguien se imagina hoy las calles de Berlín repletas de fotos de asesinos nazis?». Y si le interroga por la irrupción de sus policías en domicilios particulares para incautar fotografías de sus familiares presos, le dirá que pregunte a esos familiares si permitirían con la misma benevolencia la exhibición de «fotos de violadores o de maltratadores». Y así hasta el aburrimiento.

La fórmula es, aunque bien conocida, bastante efectiva. Se zafa de una cuestión incómoda y evita desnudar lo más profundo de su pensamiento. Ya le pasó una vez en el Parlamento cuando fue interpelado por un parlamentario de Aralar: «No nos enredemos en cuestiones legales, señor Basabe». Y pelillos a la mar.

No es Ares hombre de graves reflexiones ni parece habituado a dar explicaciones. Lo suyo es la acción.

Por eso los ciudadanos vascos nos quedaremos sin respuesta a cuestiones que nos inquietan. Por ejemplo:

1.-¿Cómo es posible que se haya denunciado la desaparición de un ciudadano donostiarra y que el Departamento de Interior no haya movido un dedo para esclarecer lo sucedido? Más aún, confirmada su militancia en ETA, ¿cómo hay que entender que no hayan hecho el mínimo esfuerzo, siquiera por detenerle?

2.-¿Cómo explica el comportamiento de sus policías frente a la tumba de un fusilado por Franco? ¿Por qué no pide a su jefe, Pérez Rubalcaba, que haga por lo menos lo mismo con la familia del genocida en el Valle de los Caídos? ¿Se imagina que en Berlín se homenajeara anualmente a Hitler ante un soberbio mausoleo?

3.-¿Por qué, tras haber deformado el mapa del tiempo en ETB, se cree con derecho a incautar los pañuelos de las madres de los presos con el mapa de Euskal Herria?

4.-¿En qué lugar del mundo la policía practica tiro contra fotografías de ciudadanos, presos o no?

5.- ¿Quienes son los elementos que campan, al parecer a sus anchas, secuestrando e interrogando a ciudadanos indefensos?

Preguntas hay muchas más. Respuestas, no tengan duda, no habrá.