CRíTICA teatro
Daguerrotipo txirene
Carlos GIL
Fijando este «daguerrotipo txirene», comprobando como veinticinco años no pasan en balde y algunos temas que entonces levantaban ampollas hoy son gracietas sin apenas sentido, donde se nota realmente la distancia en el tiempo es en el planteamiento estructural y en su estética. La revista, el musical cabaretero a la española no existe más. Hoy hay musicales a la anglosajona o televisión. Las claves de funcionamiento de este género obsoleto, el esfuerzo de farsa paródica que se exige a las interpretaciones, la inmediatez, el tipo de música tan cañí y «antigua», acaba creando un campo yermo donde solamente crece una flor: La Otxoa. Y José Antonio Nielfa con su repertorio del siglo pasado logra conectar con un público muy cargado de canas. Un público que llena el teatro y que se lo pasa fenómeno. Probablemente unos públicos que ya fueron cómplices de esta obra hace un cuarto de siglo.