Mantienen la petición de cárcel a los doce jóvenes de la sentada del Labrit
Tras la última sesión del juicio contra los doce jóvenes que realizaron una sentada en mayo de 2007, la Fiscalía decidió mantener la petición de cárcel por la acción que pretendía reivindicar los gaztetxes en Iruñea. En su turno, los jóvenes defendieron la desobediencia civil.
GARA
Ayer se celebró la última sesión del juicio contra las doce personas que en mayo de 2007 realizaron una sentada para mostrar su apoyo a los gaztetxes. Las dos sesiones previas fueron suspendidas por la ausencia de un policía español en calidad de testigo. Ayer, finalmente, éste decla- ró por videoconferencia.
El policía afirmó recordar al acusado Luis Fernando Bermejo, natural de Valencia y que ese 16 de mayo visitaba Iruñea por primera vez. El testigo declaró que Bermejo, sobre quien pesa una petición de cuatro años de cárcel por «desordenes públicos» y «atentado a la autoridad» participó en la sentada y que además «había cruzado un contenedor y lanzado botellas».
Sin embargo, la defensa mostró un vídeo en el que esta persona no aparecía en la sentada. Además, las otras once personas acusadas reiteraron no conocer a Luis Fernando Bermejo.
La Fiscalía, finalmente, decidió mantener la petición de dos años y medio para los otros once jóvenes por un delito de «desordenes públicos».
Tras la intervención de la defensa, quien reclamó la absolución para todos, llegó el turno de los acusados. Éstos lo aprovecharon para defender que la sentada fue un «acto pacífico de desobediencia en el que no se puso en riesgo a nadie» y cuya única finalidad era «defender el movimiento okupa en la capital navarra y mostrar solidaridad a Xabier Errea», según explicó a GARA una de las acusadas.
«Almuercico» previo
Una hora antes de que se iniciara la última sesión, y para demostrar su repulsa a un juicio que «nunca se tenía que haber celebrado», la plataforma Iruñerria Piztera Goaz había llamado a concentrarse a las puertas del juzgado de la capital navarra. La concentración contaba además con la peculiaridad del «almuercico».
A partir de las 10.30 horas, las personas que se sumaron a la concentración sacaron las barras de pan y las tortillas de patata que se sirvieron, y así cogieron fuerzas para hacer frente a la última sesión.