La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, sostuvo ayer que no hay presupuesto para incrementar a corto plazo las ayudas al sector lácteo, y manifestó que si los estados quieren dicho aumento «deberán abrir el monedero». Fischer hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior a la reunión informal de ministros de Agricultura de la UE celebrada en Bruselas.

En respuesta a las peticiones formuladas por varios mandatarios europeos, la comisaria indicó que un grupo de «expertos de alto nivel» de la Unión Europea empezará a trabajar la semana que viene para tratar de estabilizar el mercado de la leche y buscar medidas que mejoren la situación económica de los ganaderos, así como su poder de «negociación» de precios frente a las industrias. Fischer anunció también que ese grupo analizará actuaciones «a medio y largo plazo» para solventar la crisis que vive el sector lácteo.

El grupo estará formado por representantes de los 27 países y de la Comisión Europea, y entre otras tareas, vigilará las relaciones contractuales entre los ganaderos y la industria, para poder asegurar, según dijo Fischer, «los ingresos más altos posibles» para los productores. También están previstos, aunque a largo plazo, debates sobre una mejora del etiquetado para los consumidores y la idea de establecer un mercado de futuros para los productos lácteos.

Movilizaciones de ganaderos

La reunión de Bruselas estuvo precedida por la huelga que protagonizaron los ganaderos europeos hace dos semanas para reclamar una salida a su situación, y con el mismo objetivo, ayer varios miles de personas se movilizaron en la capital de la UE a convocatoria de la asociación europea de productores de leche, EMB. Los manifestantes lograron bloquear varias arterias de la ciudad con sus 640 tractores.

No sólo en Bruselas. El sindicato ELB y la asociación APLI convocaron una movilización en la que 150 tractores colapsaron el centro de Baiona. Bajo el lema «No a la liberalización de la agricultura. Behi esnegileek bizi nahi dute», 250 agricultores y 150 vehículos recorrieron las calles de la capital labortana. Al llegar a las puertas de la sub-prefectura, les esperaba una barrera policial ante la que los agricultores se sentaron a comer un almuerzo. Entre los manifestantes se encontraban los alcaldes de Sara, Ainhoa y Azkarate y también el consejero general y presidente de la mancomunidad de Baigorri Garazi.