Todos los seguidores rojiblancos se llevaron un buen susto el domingo en Valladolid cuando Fernando Llorente perdió el conocimiento a causa de un golpe en la cabeza con un rival. El delantero compareció ayer en rueda de prensa para tranquilizar a la afición, contar sus sensaciones y explicar su situación.

Acompañado del máximo responsable de los servicios médicos del Athletic, Joxean Lekue, el ariete reconoció que se encuentra «bastante mejor», si bien cuando está «tumbado» se marea «un poquito» y tiene algunos «dolores cervicales y de cabeza». No obstante, explicó que «la cabeza es una zona muy delicada, unos centímetros a un lado o a otro, igual ahora mismo no estaría contándolo. Si, en vez de darme donde me dio, me da un poco más a un lado o un poco más a otro, quizás no estaría aquí».

Y es que Lekue hizo hincapié en que lo que sufrió Llorente a consecuencia del golpe «era grave». Se trataba de «un traumatismo craneoencefálico con una pérdida de conciencia es una situación grave `per se', aunque que Fernando reaccionara rápido nos tranquilizó».

Respecto a la grave acción del partido, el jugador rojiblanco no se mostró de acuerdo con algunos que piensan que fue algo «fortuito» e incluso consideró que la acción de Nivaldo «es de -tarjeta- roja» (el Comité de Competición ha retirado al jugador del Valladolid la segunda amarilla que vio el domingo).

«He visto la entrada y la verdad es que es muy dura. Sí es un lance del juego, pero creo que él va a lo loco, llega tarde, sin ninguna opción de llegar al balón... y además creo que no es la primera vez que hace algo así este jugador. Debería tener mucho más cuidado. El susto ha sido muy gordo», explicó. Asimismo, el rojiblanco opinó que «todo esto le debería ayudar a reflexionar» a Nivaldo, de quien no tiene «ninguna noticia».

En todo caso, tanto Llorente como Lekue quisieron dejar claro el excelente comportamiento del club pucelano. «El Valladolid se ha portado genial conmigo. Los médicos estuvieron conmigo en todo momento y tengo que estar agradecido», recalcó el propio jugador.

«Un borrón» en la memoria

Al respecto de lo ocurrido en el césped de Zorrilla, Llorente desveló que «no tengo ningún recuerdo del golpe y creo que de momentos antes tampoco. Lo último que recuerdo es el gol que mete Susaeta, que nos abrazamos todos y que vuelvo al centro del campo. A partir de ahí creo que tengo un borrón».

También reveló que posteriormente recobró la consciencia cuando ya le estaban trasladando al hospital, a donde llegó «un poco `groggy'», y que le hicieron unas preguntas que al principio no acertó «con algunas» de ellas.

Lekue, por su parte, contó lo que en el banquillo rojiblanco se vivió la situación «con cierta tensión», si bien a medida que pasaba el tiempo, ante la rápida recuperación del jugador, «con tranquilidad».

El jugador deberá permanecer tres o cuatro días de reposo mientras se va comprobando la evolución del caso, y la ausencia de partido este fin de semana «facilita mucho las cosas».